domingo, abril 20, 2025

ReseƱa Blah blah Jazz Trio

Otros artĆ­culos

Luis Jesús Galindo CÔceres escribe de Blah blah Jazz Trio

Luis Jesús Galindo CÔceres
Domingo 21 de abril de 2019

Nombre del disco.- Blah blah Jazz Trio
Integrantes del Ensamble.- Santiago Von (saxofón alto), Charly Rodríguez (contrabajo), Abraham Díaz (batería),
Invitados especiales.- Saxo tenor, Arodi Martínez Serrano, Track 6. Saxofón tenor, Tim Mayer, Track 4 y 6.
Duración.- 60 minutos.
Ocho segmentos.- Las Nubes (4:34), Monigote (6:23), Volando Bajo (8:55), Mono (9:25), RS (6:47), Ayahuasca (12:41), A Merce Do Mar (4:37), El Flaco (6:29). Ā 
Composiciones.- Las Nubes (Abraham DĆ­az), Monigote (Erick Quijivix), Volando Bajo (Santiago Von), Mono (Abraham DĆ­az, Erick Quijivix, Santiago Von), RS (Santiago Von), Ayahuasca (Arodi MartĆ­nez Serrano), A Merce Do Mar (Santiago Von), El Flaco (Santiago Von).
Fecha de producción. 2019
Lugar de Grabación.- Xalapa,  Veracruz
Grabación.- Elíer Contreras (con el apoyo de Centro de Estudios del Jazz, JazzUV)
Mezcla y masterización.- Sergio Reynoso Castañeda, en Source Point.
Diseño GrÔfico.- León del Moral.  
Fotografƭa.- Leticia SƔnchez
Producción artística.- Abraham Díaz

¿Cómo emerge un proyecto musical? Se necesita voluntad, recursos, tiempo, propuesta. Ninguno de estos elementos es fÔcil de tener. Así dicho la situación se propone como cuesta arriba, un camino lleno de complicaciones y problemas, sólo algunos llegan a culminar el ciclo. En este momento tenemos mÔs proyectos originales de jazz en México que en cualquier otra época de la historia musical en el país. En particular la escena del jazz deslumbra por la variedad, a veces no tanto, y la cantidad. ¿Cómo se asocia una situación de precariedad tradicional con una situación de abundancia contemporÔnea?

No es sencilla una respuesta. Parece que la curiosidad en el público y la iniciativa en la empresa privada de los lugares de oferta es parte del fenómeno. Sólo en la Ciudad de México Contratiempo Jazz registra un récord de conciertos de jazz en la semana del 20 al 26 de marzo de 2019 de dos cientos dieciocho conciertos. Desde el semestre anterior estamos por encima de los ciento treinta en promedio. Así que un primer parÔmetro de la situación actual son los lugares, jerarquizados en ofertas del tipo club de jazz, pasando por restoranes, pizzerías, y otros. Los lugares con bebidas alcohólicas estÔn en la cima de la configuración. La otra parte de la ecuación es el público, un nuevo público juvenil Godínez, millenniaal y proto hípster, que desea divertirse y ser cool. La tercera parte de la ecuación son los músicos, muchos, como nunca. Aquí es en donde entra la historia que ahora van a leer, el relato sobre el proyecto del Blah blah Jazz Trio.

Esta es una narración sobre un ensamble que se forma en una escuela pública de jazz en México. Esta configuración implica varias situaciones, la formación del ensamble, la síntesis de un proyecto, la edición de un disco, la formación escolar del jazz en el país, la amistad, la voluntad, la ambición, la búsqueda de algo, el aprendizaje de la escena por un grupo de jóvenes músicos. Por supuesto que hay otros elementos que entran en juego, la familia, la superación personal, el estudio, el diseño de las escuelas de jazz, las formas musicales de la infancia y la adolescencia, los maestros y sus filias y fobias, la ecología social-cultural-académica de la Universidad Veracruzana y la ciudad de Xalapa. Un pequeño universo que articulo una propuesta y un movimiento. El relato puede ser fascinante, vamos viendo qué resulta de toda estÔ alquimia de la vida musical mexicana. 

Ser músico es complicado en cualquier escenario social urbano del país. Dejando entre paréntesis a la aparente atmósfera enriquecida de la Ciudad de México, la trayectoria para cualquier vocación musical es difícil, para un músico de jazz un poco mÔs. El punto es que algo pasa en el JazzUv que matiza este contexto. La escuela de jazz de la Universidad Veracruzana en Xalapa ha creado un ambiente que propicia que los estudiantes se sientan en un lugar adecuado para estudiar y progresar. La ciudad de Xalapa es universitaria, tiene un buen clima, buena gastronomía, un entorno favorable para la vida escolar. Los jóvenes llegan ahí de todas partes del país, sus maestros los apoyan, los ensambles y los proyectos se articulan y desarrollan. No todo es sencillo, la ciudad no es una urbe del jazz, sólo cuenta con algunos espacios y la actitud favorable de los universitarios. JazzUv forma, acompaña, promueve, hace lo que puede, y los jóvenes músicos fructifican.

Ser una escuela de jazz en una ciudad sin tradición socio-cultural jazzística, un medio que no entiende a este género como popular ni como elitista, sólo como algo ajeno, cosa de gringos negros, y eso cuando percibe que existe, no es fÔcil. En cierto sentido hay un molde académico que busca aprovechar lo mejor del cobijo institucional universitario, seguir sus reglas y mantener un status de calidad. Un género que nace en la calle, los burdeles y los bares, tiene ahora un registro escolar oficial que le permite un lugar en las aulas. Por una parte los favores de la vida institucional, por otra, sus vicios y sus limitaciones. Es desde este marco que es conveniente entender al proyecto musical del ensamble Blah blah Jazz Trio. Los tres jóvenes se encuentran, se ponen en forma y exploran su propia voz, dentro del modelo de vida universitaria para el jazz en una escuela, un aparato institucional con todo lo que ello implica y condiciona. Este trío nace ahí, desde ahí busca su proyección hacia la escena nacional. Su primer producto es un disco de ocho tracks. ¿Cómo sucedió?

Carlos, el contrabajista, es el mÔs joven en el trío, con una formación clÔsica en Morelia, MichoacÔn. No hay cultura de jazz en Morelia. Conoce al jazz a través del contrabajista original del trío Blah blah, Erick Quijivix, y a través de él al JazzUv. Lleva dos años en el jazz. Abraham, el baterista, es de la Ciudad de Oaxaca, sin cultura familiar ni ecología musical especialmente favorable. Su vocación toma forma a través del contacto con el mundo del jazz de un tío, así llega JazzUv a su vida. Termina la licenciatura en jazz. Tiene tres proyectos y experiencia en ensamble, composición y arreglo. Santiago, el sax, es de la Ciudad de México. Tuvo apoyo familiar para su formación musical. Estudia sax en la Superior de Música. A través de su padre entra en contacto con el JazzUv. Ahí pasa algunos años. Tiene experiencia en la Ciudad de México en la escena del jazz por un tiempo, llega a ser miembro de la Orquesta Nacional de Jazz. Lleva dos años estudiando en el Conservatorio de Ámsterdam, en Holanda. JazzUv los une, ahí se encuentran, primero Abraham conoce a Santiago, después los dos conocen a Carlos.

La idea del proyecto inició hace seis años. Nace de la inquietud de avanzar en su formación y su expresión. Bajo la premisa de que tenían ya ciertas bases ahora se trataba de ir un paso adelante, exigirse algo mÔs y lograrlo. Lo que detona la acción es una puesta en escena dramÔtica con la familia de Santiago, teatro, baile y música. Se forma el primer trío con batería, bajo y sax. El proyecto del trío siguió por dos años, con otros bajistas, un hueso semanal en una pizzería fue una experiencia bÔsica para las tablas y la experimentación. Llega un tiempo después al JazzUv Erick Quijivix, de Guatemala, contrabajista, la figura trío se refuerza y toma mayor forma. Ahí nace el Blah blah Trio. Ese fue el segundo principio, los estudiantes buscaban un espacio propio para tocar y seguir aprendiendo. El trío sólo era una parte complementaria a la vida escolar, en cierto sentido una extensión de la vida escolar. El empoderamiento aparece cuando se dan cuenta que hay mÔs, que tienen en las manos algo superior a lo que pensaban. De ahí nace el proyecto de la grabación, del disco, y la gira. La experiencia escolar es trascendida y al mismo tiempo es la base de todo lo que ha pasado.

El título del trío se los puso un maestro del JazzUv que los invitó a un hueso al lugar mÔs importante para el jazz en ese momento en Xalapa, La Caña. El maestro inventa el nombre para anunciarlos. Ellos llegaron a tocar y ya estaba el nombre, les gusta, lo adoptan, se quedan con él. El concepto es que un trío es bÔsicamente un tiempo-espacio de conversación. Los participantes conocen el tema sobre el que hablarÔn, ya en escena lo que hacen es conversar alrededor de ese tema. Algunas veces lo hacen forma brillante, sorprendente para ellos mismo. En otras ocasiones las conversaciones no son tan buenas. Blah blah Trio se convierte en una guía de acción, les recuerda que siempre estÔn conversando, eso requiere un vínculo amistoso y afectivo, también un compromiso con la situación, y en consecuencia se desarrolla un lenguaje, un entendimiento entre los tres que sólo lograrÔn cuando estén juntos. El trío en este sentido es otra escuela, también un gozo, una forma de ser y hacer música.

Al escuchar y sentir a los miembros del Blah blah aparece la imagen del Tank Trio, con Federico Hulz al sax, Pablo Aguirre en la batería, y Alonso López en el contrabajo. Estos dos tríos de jóvenes músicos mexicanos tienen varias características en común. La principal es la que marida la amistad con la música. En el trabajo musicológico con ensambles de todo tipo aparece como elemento constructivo central el liderazgo y el orden. La amistad no le viene bien a la formación, la integración y la sustentabilidad de un proyecto. Parecería que la afectividad intersubjetiva estorba mÔs que ayuda a la música. No es así del todo, pero es la norma. Así que en esta historia del Tank y del Blah blah, parece que tenemos otra versión del asunto. Los jóvenes músicos actuales, ¿sólo ellos?, necesitan también sentirse bien entre ellos. La parte emocional del ensamble es fundamental. No siempre se tiene, ni se busca por necesidad, pero cuando aparece se goza en forma plena. En el caso del Blah blah estÔ en su genética escolar como la gran coartada que permite hacer música en un ambiente mÔs relajado y emotivo. Son músicos en desarrollo, pero también jóvenes en formación. La dimensión afectiva del oficio viene bien, completa, promueve, ajusta. Con separaciones y distancias la amistad continúa, ese es el elemento que mantiene y alimenta a la conversación musical.

Abraham y Santiago llevan toda la ruta juntos, cada quien en su trayectoria personal, pero unidos en la distancia. Charly llega después, cuando el trío tiene una pequeña crisis con la partida de Erick, y todo vuelve a embonar. Siendo un proyecto muy asociado a la vida escolar ha mantenido su independencia  en el compromiso con lo que buscan, su propio sonido, su propia voz. El disco cumple un ciclo con la presencia y ausencia de Erick Quijivix. Ahora inicia un nuevo proceso con Charly, julio del 2018, concierto en Córdoba y grabación del disco, 2018, gira de presentación durante los primeros meses del 2019. El proyecto se reajusta, el sonido se replantea. Con unos años de formado el ensamble y su inspiración, 2012-2013, ya ha pasado por varios momentos críticos y se ha mantenido. ¿Qué pasarÔ después? QuizÔs se disuelva, eso sería lo normal. QuizÔs se mantenga y siga progresando, ese también es un escenario probable dada su trayectoria. Un ensamble que puede hacer historia.

El disco es una bitÔcora del viaje musical de sus seis años de vida. Desde el contexto escolar hasta el reto de ir mÔs allÔ. Durante mÔs de un año no pudieron tocar las rolas que componían, el trío era una apuesta y el resultado era insatisfactorio, imaginaban mÔs de los que podían hacer. Del momento del taller de opciones a la solución de los nudos de interpretación y armonía grupal, tocar en vivo ante público hizo la diferencia. El trío fue una segunda escuela que complementaba a la primera y se complementaba de la primera. Había que estudiar en lo individual, avanzar en el dominio personal de instrumento y formas musicales. Y luego el trío, algo que fue apareciendo al centro de sus vidas hasta mostrarse como un camino y un sentido en sí mismo. Del juego y la exploración al compromiso y el proyecto.

 Componer en la experiencia del trio los acerca a la figura de un colectivo, tomando como punto de partida que son músicos con cierta formación y experiencia y ademÔs son amigos. Lo que se escucha en el disco, y sobre todo lo que se escucha en vivo, es la figura dinÔmica de tres personas intercambiando roles y personalidades en beneficio de una voz grupal. No tomaron clases de cómo formar un trío de jazz, el trío de Ben van Gelder es un referente. No tuvieron un maestro, aunque Tim Mayer ayudó, que les indicara con claridad y precisión que hacer. El camino de las decisiones, los errores, los aprendizajes, fue propio. Eso ahí queda, también se escucha, pero no por completo, la historia secreta de la música contemporÔnea en la versión particular de un grupo de jóvenes estÔ presente en el disco, la que une personas y formas musicales, la que pone en contacto trayectorias familiares y culturales con instintos armónicos y situaciones de ejecución. El trío es bÔsicamente lo que han construido por sí mismos, a partir de su propio esfuerzo y dedicación enfrentando los fantasmas formales y académicos, resolviendo en los hechos las dudas y las preguntas, aprendiendo de sus propias huellas, con la sorpresa cotidiana del éxito y la insistente responsabilidad de seguir ante el fracaso y la limitación.

La producción del disco es otra película de larga metraje. Acudiendo a su experiencia del teatro Abraham arma en dos semanas el esquema y la situación para grabar. Todo nace de una conversación después del concierto en Córdoba, al cual es invitado por primera vez Charly. Santiago y Abraham piensan que ya tienen algo que compartir. Dos semanas después estÔn en pleno proceso de producción. Live session, apoyo del JazzUv y Rafael AlcalÔ para el estudio de grabación, propuesta de difusión y promoción, incluso apuntes para una gira de presentación. El nivel profesional de aquellos cinco días, grabación, presentaciones para pagar favores, live session el último día, fue de primer nivel. Vendría después el diseño del objeto disco, una carpeta de presentación del proyecto, la maquila, la planeación de la gira.

Las rolas tienen un proceso de elaboración distinto en el tiempo, los temas mÔs viejos son Mono, Monigote y Las Nubes, de fondo escolar, luego Volando Bajo y RS, y al final El flaco y A Merce Do Mar. La última es Ayahuasca, armada el día de la grabación con apuntes a mano en el momento por parte de Arodi Martínez Serrano. En este sentido la propuesta tiene el balance de un Ôlbum de fotos musicales, distintos momentos, distintos puntos de vista, diversos procesos del aprendizaje. El mÔs impresionado de los tres con el producto es Charly, el contrabajista, el integrante mÔs reciente, que siente que la experiencia fue por completo fresca y asombrosa, dieron mÔs de lo que se imaginaron, pusieron en escena algo que no habían experimentado antes. La grabación es para ellos un momento culminante de su experiencia como grupo. Para otros ensambles las grabaciones son parte de una línea natural de acontecimientos, para algunos lo que detona lo que sigue, para otros sólo una vivencia mÔs. Para ellos el disco es un punto de referencia, un faro para lo que sigue en su vida  musical. Tanto fue lo que ahí pasó que rebasar lo logrado es un compromiso constante en cada concierto.

Y entonces ¿qué escucharÔ el público en este disco? Jazz contemporÔneo que respeta sus tradiciones, el ejercicio armónico del paso de melodía a ritmo por parte de los tres integrantes, la voz de un trío que ya suena adulto al mismo tiempo que juvenil y arriesgado. El disco es producto de la historia de seis años de integración, no es algo simple ni ligero, tampoco es algo inaudible o insustancial. El disco es un sólido resultado, de trabajo, experimentación y sedimentación. Un producto completo.

Ā 

Contacto.-
Ā 
Email.- blahblah.jazztrio@gmail.comCelular WhatsApp.- +521 2282 122 779
Facebook.- Ā https://www.facebook.com/bbjazztrio/

Para escuchar y ver videos.-

Spotify

https://open.spotify.com/artist/5WazChHoetexybZGmUsTPg

Canal en Youtube

https://www.youtube.com/channel/UC8TD_giJOWVtzWdEamidj-w

Ā 

Monigote. Blah blah Jazz Trƭo. Concierto Ɓgora de la Ciudad, en martes de jazz JazzUV

Ā 

Mono. Blah blah! Jazz TrĆ­o

Ā 

Volando Bajo. Blah blah! Jazz TrĆ­o

Ā 

Ayahuasca. Blah blah Jazz TrĆ­o Ft Tim Mayer & Arodi MartĆ­nez Serrano

{fcomment}

Ā 

spot_img