Luis Jesús Galindo Cáceres escribe del álbum Asteroidea de Pablo Aguirre Sexteto
Luis Jesús Galindo Cáceres
Miércoles 23 de marzo de 2016
Nombre del disco. Asteroidea
Integrantes del Proyecto. Vico Díaz (Contrabajo), Mark Aanderud (Piano), David Cantoni (Sax Alto), Javier Rodríguez (Trompeta), Diego Franco (Sax Tenor en Tracks 1,3,4 y 5 ), Federico Hulsz (Sax Tenor en Track 2), Pablo Aguirre (Batería).
Duración. 33:17 minutos.
Cinco segmentos. Familia (5:17), Menta (6:46), Miko (6:26), Supa Cupa (5:59), Clementina (8:12).
Todas las composiciones por Pablo Aguirre
Grabado en Sala de Audio el 3 de Agosto del 2013.
Ingeniero de Grabación.- Ricardo Méndez
Ingeniero de Mezcla.- Salvador Ojeda.
Ingeniero de Master.- Juan Pablo Aispuro.
Arte.- Jesús Vergara.
Producción.- Marzo de 2016.
La historia de un músico siempre es fascinante. El caso de Pablo Aguirre es ejemplar en este sentido. Un hijo de un melómano que vive en un entorno complejo y complicado como es la ciudad puerto de Acapulco. Su vida rumbo a la adolescencia no está en orden, tampoco en desorden, es ligera y tenue. Y mientras la vida sigue la música lo acompaña. A los quince años todo cambia, descubre que la batería es mágica, que tocar y que la vida tome el color del sonido es algo maravilloso. A los veinte años juega con un programa de grabación y decide que puede componer, todo vuelve a transformarse, imaginar y realizar, el músico toma forma y el hombre también. No hay una formación académica, el medio de la metamorfosis no es escolar. La vida misma y su impulso lo lanza al interior de la música, en el oleaje de la conmoción aprende a nadar con sus propios intuitivos recursos. El músico surge de escuchar el propio corazón, la voluntad y la fuerza vienen después, poco a poco, con un movimiento constante y rítmico, como el sonido de su batería.
Tenía quince años cuando le pidió a su papá que le mostrará algo de jazz, y su papá le regaló dos discos, uno de Claude Bolling con Jean Pierre Rampal y otro de Dave Brubeck. El impacto fue histórico pero no definitivo, el mundo que lo rodeaba era ajeno a esta forma musical. Algo que le ha sucedido a muchos, la distancia entre el jazz y el pop nacional y transnacional es un monstruo grande y pisa fuerte. Tuvieron que pasar varios años para que el jazz regresara a su intención de vida, y aún hoy se debate entre ser su forma básica de expresión, o sólo ser la coartada para explorar y detonar otros mundos sonoros. Cuando los estímulos son muchos y la percepción estimulada es curiosa y ansiosa el resultado puede ser confuso, lleno de distracciones. En ese contexto el músico se va formando y el creador se va sedimentando. Tocar y estar. Tiempos de rock, de acercamientos a la percusión clásica, de cumbias y música para bailar en salones de fiesta. Las primeras bandas, rock, metal. Y el regreso al jazz impactado por lo que la percusión y el ritmo son para la música del infinito. Todo volvió a empezar a principios de esta década, para el 2011 el proyecto del Pablo Aguirre jazzista estaba en marcha. La llama del músico se prendió en forma inicial a los quince años, será casi diez años después cuando tome forma y camino.
Le preguntaba en una ocasión a Pablo Aguirre, ¿quiénes son tus jazzistas preferidos?, ¿cuáles son tus fuentes, tus inspiraciones, tus modelos? Y su respuesta fue rápida y directa, el rock progresivo. La historia suele tener bucles, no es lineal. En algún momento Miles Davis declaró que iba a enseñar a rockear a los músicos de rock. La improvisación, la situación de la empatía musical en el momento de ejecutar, impresionó en efecto a los músicos de rock, el rock progresivo tiene una deuda con ciertas formas del jazz. Y ahora el jazz es impactado por el rock. ¿Cuál rock? ¿Cuál jazz? La cosa no es tan simple o sencilla. En cierto punto tenemos sólo ciertos matices, ciertos ecos, cierta forma de frasear, y todo lo demás sólo está pasando. Los jóvenes músicos ya no tienen tan claro lo que en forma analítica puede separarse y aislarse, y no les importa, la promiscuidad les sienta mejor, sus exploraciones pierden tal vez en precisión y claridad, pero ganan en energía y expresión. Los tiempos actuales pueden sorprender a los ingenuos y a los necios.
¿De dónde viene la música de Pablo Aguirre? De la memoria de su infancia y adolescencia en Acapulco, de la música popular del radio y el reventón, de la curiosidad intuitiva por el ritmo y la percusión, del rock y la salsa, del mambo y la cumbia, y el jazz, claro. También hubo maestros, Juan Carlos Álvarez en Acapulco. Pavel Núñez en la Ciudad de México. La confusión y la transición de la música clásica culta al ensueño seductor de sus primeros compases en formas jazzísticas. Y sobre todo la fuente básica, tocar, estar ahí haciendo música en directo, rodeado de señales y estímulos sonoros modificando las emociones y las sensaciones en el cuerpo, sintiendo a sus compañeros, acompañando y acompañado dentro del espacio creado por el ensamble en turno. “Sobre todo lo que me gusta de la música es tocar”,”…Me cuesta mucho trabajo componer”. Es complicado, la memoria dialoga con el presente, vivir con músicos, escuchar mucha música de diverso tipo y connotación, tocar diez, doce, catorce horas diarias. Todo se mezcla y se integra en la cotidiana forma de vida de un músico que tiene asumido que esto es lo suyo, que así es, que no sería posible de otra forma.
¿Qué quiere nombrar con su música Pablo Aguirre? No hay secretos, en su música acerca a lo que quiere y lo comparte con los que la escuchan. Su compañera, Menta. Sus gatos, Miko y Clementina. Su familia, sus amigos, la vagancia y el asombro en su adolescencia, el manga japonés. Esta primera obra es un inventario y un catálogo selectivo y por completo intencionado de sus sentimientos y sus afinidades. El autor y el actor son la misma persona, la música nos narra la historia y nos presenta la personalidad del joven baterista compositor, rodeado de sus amigos músicos, de sus compañeros de camino. Las rolas grabadas también son un tributo a la amistad, a la solidaridad, a la colaboración generosa entre compas entrañables. Profesionalismo y ejecución excelente, a la par del gusto y placer de compartir, de dar, de convivir. En este sentido el disco también es un mensaje de comunicación afectiva. La música también es un entorno para sentirse bien y convocar y gestar en los otros ese mismo bienestar. Escuchar la música de este disco nos hace mejores personas.
El proyecto de sexteto de Asteroidea, es contemporáneo de por lo menos tres proyectos más que se han ido alimentado unos a otros, el de Tank Trío, con Federico Hulsz al sax y Alonso López al contrabajo. El dueto con Tom Kessler, Dedos Van Loon. Y la interacción con Federico Sánchez, su guitarra, su talento, su buena vibra. Y otros compañeros de ruta, como Nicolás Santella, y Diego Franco, y en otros sentidos Miguel Alzérreka, Esteban Herrera e Israel Cupich, Todos amigos, miembros de una generación que madura al mismo tiempo en forma inédita en la Ciudad de México. Colaboración, solidaridad, crecimiento. Un colectivo musical que muestra múltiples frutos, avanzando a cada paso hacia un horizonte que nos deslumbrará aún más en un futuro cercano. A estos se suma la interacción con miembros de la generación anterior, como Hernán Hecht, Aarón Cruz, Tavo Nandayapa, Gabriel Puentes. Pablo Aguirre es un músico muy consciente de la época que le ha tocado vivir en la Ciudad de México, diversidad, explosión demográfica musical, articulación.
La sonoridad del proyecto tiene una historia. Hay diversos momentos, de dúo, trío, cuarteto, quinteto, hasta llegar al momento del ensamble en sexteto. Hay en la trayectoria muchos músicos, en variaciones según las circunstancias y los deseos. El proyecto adquiere su techo de expresividad en el sexteto. Eso es un triunfo de la composición y el arreglo, también un problema, no es sencillo mover a un ensamble de seis personas para tocar, para explorar, para ensayar. No importa, la música está ahí, el disco está ahí, el resultado está ahí. El proceso de todo ello llevó cinco años. La grabación tiene más de dos años de realizada. No ha sido fácil la salida al público de este producto en un proceso largo, complicado, paciente. Son cinco rolas, el proyecto fue más amplio, este es el resultado, el EP justifica una celebración. Son rolas en donde las voces del sax y la trompeta tienen el lugar que el autor pretendía, con excelentes intérpretes. La parte rítmica es exacta y conmovedora. Las armonías y voces del piano están en su punto. La obra total es suave y delicada. Pablo Aguirre logró lo que se propuso, tuvo los cómplices para hacerlo. El disco está en línea, y también será compartido en CD. Una primera entrega de un autor inspirado que deja una impresión amable y seductora.
Contacto con Pablo Aguirre
Facebook.- https://www.facebook.com/pablo.aguirre
Para Comprar
https://pabloaguirre1.bandcamp.com/album/asteroidea
Para escuchar
https://pabloaguirre1.bandcamp.com/releases
Rolas
Clementina
https://www.youtube.com/watch?v=7u7bdyfJAI4
Cyclic Episode
Pablo Aguirre Trio at Pizza Jazz Café
https://www.youtube.com/watch?v=v4IK_Jn-qjw
Pablo Aguirre Quartet at Pizza Jazz Café
https://www.youtube.com/watch?v=A3S_tSa30UA
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