Las comunidades jazzísticas de Córdoba, Xalapa y de la Ciudad de México se reunieron en el Anfiteatro Simón Bolivar para recordar el décimo aniversario luctuoso del pianista mexicano Juan José Calatayud.
Texto y fotografías Efraín Alavez
Ciudad de México (23 de marzo). Después de las palabras de bienvenida ofrecidas por el crítico Antonio Malacara el concierto inició con Marcos Milagres al contrabajo, Mario García en la batería y Fernando Sánchez Madrid al piano quienes interpretaron dos temas, uno de ellos del grupo 3.14.16 del cual Sánchez Madrid formó parte en los sesenta a lado de Juan José Calatayud y Alfredo Marichal.
Luego de esta participación se dio lectura a fragmentos de un par de entrevistas que realizó el escritor y periodista Juan José Oliver a Juan José Calatayud donde éste habló de una de sus grandes pasiones que era el bolero, charló de la mexicanidad y del desafortunado accidente que sufrió el cual paralizó el movimiento de sus dos piernas imposibilitándolo a interpretar la mayoría de su repertorio clásico al no poder utilizar los pedales del piano.
Posteriormente, el periodista y crítico Xavier Quirarte subió al escenario para ofrecer unas palabras: “Gente de mi generación tuvo su primer contacto con el jazz en vivo a través de Juan José Calatayud circunstancia que nunca olvidaremos. Nos abrió las puertas de una música con un mundo maravilloso que se multiplica cada vez se conoce a un nuevo interprete”. Asimismo, leyó un texto dedicado al maestro Calatayud titulado Música ante la adversidad donde habló de la mancuerna que formó con Verónica Ituarte.
Con la misma base rítmica Edgar Dorantes, pianista, compositor y arreglista originario de Córdoba Veracruz profesor del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana y director del Festival Internacional Jazzuv, se sentó al piano para continuar con el concierto e interpretar tres temas. “Con el maestro conviví los últimos años de su vida, tocamos juntos varias veces. Conviví con un ser humano maravilloso”.
En seguida, el músico y escritor Alain Derbez subió al escenario para tomar el micrófono y asegurar que Juan José Calatayud fue un catalizador que abrió el jazz a nuevos espacios y públicos. “La importancia como pianista, concertista, como puente entre las academias y la improvisación de ningún modo se soslaya pero una de las cosas fundamentales de Juan José es el haber abierto espacios y haber convocado públicos”.
Estas palabras dieron pie a la participación de la cantante Verónica Ituarte quien estudió canto en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y jazz en la Superior de Música del INBA y que colaboró con al maestro Calatayud hasta su muerte. Para iniciar leyó las palabras escritas por otra de las cantantes que acompaño al maestro, Patricia Carrión, quien lo describió como un enorme jazzista y ser humano.
A piano solo, Verónica Ituarte interpretó “Bess, You is my woman now” dedicado a una de las presencias que en su vida ha sido fundamental. “Con los síntomas de principios de infarto, Juan José Calatayud fue llevado al hospital Siglo XXI donde compartía cuarto. Había comprado un teclado, decidí llevárselo y no me dejaron subírselo. Salí de ahí un poco mal porque los doctores no habían entendido que la medicina que él necesitaba estaba en ese instrumento”.
La cantante Luna Morena radicada en Estados Unidos, y a quien Juan José Calatayud cobijó y enseño durante su estadía en la Ciudad de México, mandó un texto para estar presente en este homenaje en donde describió la profunda experiencia que le produjo haber conocido y coincidido al maestro Calatayud.
Para finalizar, El dueto del saxofonista Alain Derbez y el guitarrista Manuel Viterbo fundado en 2010 tomó el escenario justo después de que el mismo Derbez expresara las últimas palabras de la tarde: “Diez líneas me piden para Juan José. Ahora, a los dos lustros de que se nos fue. Diez líneas es todo, no se bien porqué. Suelo no ser parco, más lo intentaré. Hablo de un maestro y de una altitud. Hablo de un jazzista con gran rectitud. De un hombre maduro, todo juventud. Dos líneas me quedan para recordarlo. Silencio, está al piano, ya va a comenzar”.
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