Iraida Noriega y la Groovy Band presentarán su nuevo material el 9 de noviembre en el Plaza Condesa.
Texto Efraín Alavez
Veinte años de búsquedas constantes entrelazando diversos matices musicales son las que la cantante mexicana Iraida Noriega ha desarrollado desde su debut discográfico. Con su nueva producción “Iraida Noriega y la Groovy Band”, la también compositora, arreglista y productora abre una nueva puerta con posibilidades infinitas. Charlamos con ella previo a la presentación de este material.
En la entrevista que realizamos en relación a tu álbum “Caracolito” en 2012 me mencionaste una cierta inquietud que tenías de explorar nuevos caminos dentro de la música paralelos a tu quehacer jazzístico. A lo largo de estos años lo has hecho con diferentes proyectos. Este material no ha sido la excepción.
Desde que vamos creciendo nos van marcando etiquetas de quién se supone que somos y qué es lo que se espera de nosotros. En algún punto, he venido cuestionándome todo esto; hasta dónde esto es cierto, hasta dónde lo estoy haciendo desde una forma verdadera, auténtica y hasta dónde es cuestión de una programación traída encima. Estoy en las de romper esa programación y tratar de salir o de hacer sonar algo que sea genuino y real que se va modificando porque no es estático. Me cayó muy de peso, una carga que ya no la es, pero que en su momento cuando el proceso de “Caracolito” lo fue, esta cosa de la herencia jazzísta. Lo que ha sonado ha sido parte de un proceso de identidad y de autoconocimiento. Lo que suena en este material es como consecuencia de ello.
En el proceso del disco con La Groovy Band me di cuenta de que en los primeros discos que planteé, es decir, el disco de “ Efecto Mariposa” y el de “Viaje de mar”, que fueron mis dos primeros discos solistas, había mucho jazz pero también había tintes progresivos, interpretaciones groovy de boleros y declaraciones funky. Los sueños de Josefina es un primer asomo a lo que sucedió en “Caracolito”. En esos discos en realidad se veía toda esta gama de posibilidades y creo que en estos últimos años me he dedicado a explorar cado uno de esos colores, ese arcoíris que en ese momento se asomaba. La Groovy Band es como la exploración de toda esa onda funky y groovy. Estoy explorando estos hilos a fondo que siempre han estado y siempre se habían asomado. Siempre seré jazzista porque esa es la cuna en la que nací y se expresa de manera natural pero también soy ciudadana del mundo y de la música, la cual dejo fluir como el ente único y fantástico que es.
Una de las particularidades de este material es que coexisten tres voces, la tuya, la de Eric El Niño (rap y spoken word) y la de Citlali Toledo (segunda voz en vivo) ¿Cómo se van integrando y articulando en la música de este material?
Para mi la experiencia vocal cuando es compartida, es decir, cuando hay mucha gente cantando y tejiendo sus voces siento que le hace muy bien a los proyectos, les da una espiritualidad muy particular. Muchas voces ensambladas se originan de algo muy orgánico que sale a flote. En el disco hay muchas voces invitadas también grabando en coros y de más. En vivo está Citlali Toledo que es alguien con quien inmediatamente nos vemos y sabemos donde tiene que ir cada quien y nos agarramos al hilo. Con Eric ha habido una gran integración vocal e ideológica. Me gusta mucho la forma en que aborda el rap y los contenidos que plasma. Es un medio en el que se pueden hablar de muchas cosas. Al ser uno de los representantes importantes de ese género en México me platica y veo su lucha de regresar los contenidos del rap a su origen de espiritualidad. Todo esto evidentemente me conecta con Eric. Carlos Sustaita también está cantando, lo hace muy bien y está asomando esta parte de su increíble talento.
El disco plantea temas originales y algunos covers, ¿cómo se fue armando la lista de canciones de este material que ya se encuentra disponible en tiendas?
Siempre estoy generando música, no es que yo me siente a componer o pensar las rolas de un proyecto en especial. Todo el tiempo estoy disparando en todas direcciones y ahí las tengo guardadas. Cuando siento que son su momento las asomo, algunas más allá de mi voluntad deciden quedarse y otras no fluyen a la primera porque no es su tiempo. Eso fue lo que pasó. Tenía el arreglo de Feeling Good armado. Ya habíamos montado el arreglo de Es por amor y habíamos montado Sigo intentando. Línea áurea es una rola que tenía una primera lectura y que un día ensayando, Aarón Cruz la pasó al “bajito” y ahí se convirtió en otra cosa y agarró la profundidad que sentía que tenía. Voy a los ensayos, presento y sonamos muchas cosas y vibro cuales son las que están acomodándose orgánicamente y cuáles, por lo que sea, no fluyen. La música en sí misma y el cómo vibra con los integrantes de la banda es lo que decide qué se queda y qué no.
Dentro de los proyectos en los que te has involucrado últimamente, ¿en dónde ubicas a Iraida Noriega y la Groovy Band?
Este en particular representa una gran felicidad. La estancia con La Groovy me está ofreciendo un sentimiento que yo estaba necesitando y que es de una gran alegría de estar haciendo la música, no es que en las otras cosas no hubiera alegría, siento que con Aarón, Jorge, Carlos, Juanjo, Eric y Citlali hay un sentimiento común de que sea de gozo, que por encima del súper yo que está pensando que bien o mal toqué sea una cosa de fluir y cada noche dejar todo. Con la música y la actitud que tenemos estamos rompiendo una barrera que para mí era necesaria romper. El público está respondiendo a La Groovy de una manera muy distinta.
Se vale gritar, aplaudir, cantar y de más. Uno quiere acercarse al otro. El planteamiento musical de la banda permite hablar de otras cosas que para mi ya estaban siendo urgentes de abordar como es nuestra realidad social, ecológica así como la profundidad del espíritu humano y como lo podemos despertar para crear la realidad que queremos.
Iraida Noriega y la Groovy Band presentará su nuevo material el 9 de noviembre en el Plaza Condesa de la Ciudad de México, ¿qué están preparando para ese concierto?
En cada tocada las rolas están siendo distintas y están mutando. Tenemos prácticamente la mitad de un disco nuevo ya sonando, es decir, hay muchas rolas que no están en el disco y que van a conocer. Vamos a estrenar unos videos. Estamos haciendo un video de una canción que se llama La sed y el hambre que será reflejo de la Ciudad de México actual con todas sus luminosidades y oscuridades pero sobre todo retratará la convicción del por qué estamos en esta ciudad. También estrenaremos un video de una rola del disco que se llama Presagio y que en su origen la rola surge por una colaboración con Greenpeace. Ellos me pasan todo su archivo de video y estamos cortando un video para esa canción. Es muy probable que hagamos un video con Pio que es un dibujante que hace una cosa que se llama Cine a mano para Línea áurea. Vendrá Diego Maroto y probablemente Israel Tlaxcaltecatl de músicos invitados. Estrenaremos mucha música y la que ya conocen estará sonando con otra garra, con otras estructuras y formas.
Iraida Noriega y la Groovy Band está formado por Iraida Noriega (voz, arreglos y producción artística), Carlos Sustaita (teclados y vocoder), Aarón Cruz (bajo y bajito), JuanJo López (guitarra), Jorge Servín (batería), Eric El Niño (rap y spoken word), y Citlali Toledo (segunda voz). Fue grabado y mezclado por Manuel Mora. Diseño y arte Melissa Ávila. Este material se encuentra disponible en Mixup, Educal, Librerías Gandhi, Discolandia y Tower Records.
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