Empezó tocando música brasileña y popular con el objetivo siempre claro de acercarse al jazz. Con 17 años como profesional se ha convertido en una figura destacada dentro de la escena nacional. Enrique Nativitas lanzó su primer material discográfico como líder el 25 de junio del 2022. En entrevista, el baterista nos lleva por su historia musical y nos explica las razones de “Mi sentir”, su álbum debut que ya se encuentra en plataformas digitales.
Si bien su formación comenzó en la Escuela del Sindicato y después con maestros particulares, los aprendizajes que lo han marcado provienen de experiencias sobre el escenario. “Iba a las jam sessions de PapaBeto, me subía de chavito con muchos nervios, me bajaron de ahí alguna vez. Esto me hizo forjar el carácter y me motivó a estudiar más. Aprendí de esto y de los músicos que se reunían ahí, que eran dos generaciones atrás de la mía, y que ya tenían mucha experiencia y oficio. Fueron lecciones muy importantes para mí. Siempre salía regañadísimo pero aprendí”.
Nunca perdió el enfoque que tenía desde el principio de acercarse al jazz. “Tocaba música brasileña, en particular pagode y me clavé en ese género. Cuando sonaba en vivo lo hacía a lado del Pata Negra donde tocaba Diego Maroto, Luri Molina, Gabriel Puentes y antes de empezar me iba a verlos. Cuando tenía un descanso regresaba a verlos. Era muy motivante escucharlos”.
Sus primeras experiencias en el jazz fueron con músicos de su generación. Su primer trío fue con Noé Espinosa (piano) y Hernán Vallejo (bajo). “Palomeábamos en PapaBeto, buscábamos que nos escucharan. Otro proyecto importante que tuve fue con Vladimir Alfonseca. Sin embargo, mi primer concierto con músicos profesionales fue haciendo una suplencia con el grupo de Pepe Hernández donde toqué los temas de memoria. A raíz de esto me llamó Víctor Patrón, Ricardo Benitez, Francisco Lelo de Larrea, empecé a tocar con músicos que admiro. Me he formado escuchándolos”.
Desde hace 10 años es el baterista base del cuarteto del pianista Héctor Infanzón. “Estaba tocando con Daniel López Infanzón, su sobrino, que estaba presentando su primer disco 8 Momentos 8 Fotografías, lo sonamos en el Cocoliche. El lugar estaba lleno y entre el público estaba, sin haberme dado cuenta, Héctor Infanzón. Acabando el concierto se acercó a felicitarme. Una semana después me habló para proponerme suplir a su baterista dos días antes del concierto que tendría en el Polak Forum de la Anzures. Quizá no toqué de la mejor manera pero confió en mí y ahora llevo una década con él”.
Además de estas colaboraciones, Enrique Nativitas ha formado parte de proyectos como T’orus, Naimah o Apodión. “Soy muy inquieto, me gusta no solo tocar la batería sino me gusta proponer detalles de armonía, melodía, composición y arreglo. Me involucro con un proyecto cuando sé que tengo la oportunidad de ir más a fondo en la música. Estos tres proyectos son muy distintos pero muy propositivos, con músicos que poseen una visión diferente y eso también te enriquece, te hace entender cosas que de otra manera no podrías hacer”.
Después de este camino recorrido decidió lanzar su primera producción como líder. “Siempre había tenido la inquietud de hacer un disco bajo mi nombre, mi sueño era ese. Había comenzado a producir un disco pero no tenía música. Le pedí a algunos amigos composiciones para armarlo y me las dieron. A medio proceso me desanimé porque me di cuenta que aunque fuera más tardado quería un primer material con mis composiciones escritas con las herramientas técnicas que tenía. Aborté ese primer intento. Me puse más serio con las clases de piano y armonía. Empecé haciendo diferentes tareas y hace cuatro años, una de esas tareas me gustó cómo quedó. Se la enseñé a un amigo y me sugirió que la grabara. Me animé y ese es el primer tema que compuse”.
Más que en la complejidad o dificultad musical, Enrique Nativitas busca provocar un sentimiento con sus composiciones. “A pesar que he tocado en proyectos muy complejos técnicamente hablando, y me encanta tocar la batería en ellos, la música que oigo en mi casa nunca es tan compleja realmente. Busco música más expresiva y es lo que intenté en este disco”.
Los 13 temas que se incluyen en el disco tienen diferente dotación y alineación. Muchos de los músicos con los que ha participado tocaron en este material. “Cada tema conforme lo iba componiendo, iba pensando en los músicos que pudieran interpretarlos y grabarlos. He tocado con ellos en sus proyectos o en alternos. La mayor parte del disco lo hice en la pandemia, realmente fue un gran trabajo de compromiso y literalmente invité a los músicos que me llegaban a la cabeza”.
El proceso de grabación fue muy variado. “Yo grabé en el estudio que tengo, en el que trabajo, grabo y estudio llamado Odd Timer. Ahí grabé las baterías y las percusiones. Como fue en pandemia, la mayoría de los músicos lo grabaron en sus casas, en sus estudios o en alguno que tuve que rentar. Fue una gran experiencia que tomó su tiempo con el contexto que atravesábamos”.
En cuanto al resultado de las composiciones, van hacia diferentes direcciones musicales. “Un amigo me platicaba que un disco debe de ser homogéneo, que tenga un concepto como tal y que el disco se mueva dentro del mismo, cosa que me parece que tiene razón y gracias a eso al disco le puse “Mi sentir” porque aunque quizá no se escuche un solo género, el título lo vuelve un concepto porque es un recorrido por mi vida, por mis etapas musicales, por la música que escucho, estudio y toco. A mí me encanta la música y no he sido tan fiel a las recomendaciones de tocar solamente jazz o pop. Soy fiel a lo que me gusta”.
“Mi sentir” se lanzó el 25 de junio del 2022 (en la fecha de su cumpleaños). “Fue un gran esfuerzo que llevó tiempo, concentración, noches de inspiración e inversión económica. Verlo materializado me llena de satisfacción. Ya lo tenía listo pero decidí esperar al 25 de junio para regalármelo de cumpleaños”.
El disco incluye 13 temas originales que escogió dentro de los 17 que tenía en total. “El último tema que se llama “Mi sentir” es una rumba con una letra que escribí a manera de agradecimiento hacia la gente, hacia los músicos, hacia la vida, hacia la música misma por la oportunidad de hacer un sueño realidad”.
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