jueves, septiembre 26, 2024

“No es malinchismo” por Valeria Estefan

Otros artículos

Valeria Estefan, conductora del podcast “Nota Dominante”, viajó a la ciudad de Boston para participar en el Five Week Summer Program organizado por Berklee College of Music. En esta columna su experiencia.

Texto Valeria Estefan

En definitiva, hay muchos beneficios de una cultura como la norteamericana, con su idea de perfección y brindar lo mejor de lo mejor a su gente. Boston es la capital del Estado de Massachusetts, una ciudad que pondera la educación superior y cede de la escuela de música contemporánea, me atrevo a decir, más importante del mundo: Berklee College of Music.

Tuve la oportunidad de hacer el Five Week Summer Program en dicha escuela y de manera casi inmediata saltaron a la vista asuntos elementales que el sistema educativo musical de México pareciera ignorar.

En el entendido de que el estudiante debe de vivir su carrera y para ésta, Berklee toma en consideración al alumnado y cuenta con diversas facilidades tanto en instalaciones como en servicios. Desde las 9:00h a las 24:00h se encuentran disponibles la biblioteca, fonoteca, media center (donde sin problema se puede imprimir, sacar copias o usar una computadora), estudios de grabación; el laboratorio donde prestan audífonos, micrófonos, cables, atriles y lo necesario para estudiar; los cuartos de práctica (más de 70) para instrumentistas y también para grupos más grandes (ensambles), así como el laboratorio de transfer, un cuerpo de vigilancia y un circuito de cámaras alrededor del campus. Y no se diga de los auditorios, en los cuales los estudiantes se presentan y al mismo tiempo donde pueden asistir a eventos semanales gratuitos que se dan a la comunidad de Berklee con músicos, bandas, compositores, productores, arreglistas y gente del medio musical de todo el mundo.

Es prácticamente imposible que una institución funcione sin la mano humana. En Berklee siempre hay alguien para ayudar a conseguir lo que el estudiante requiere y pronto para resolver dudas.

Simplemente no existe el nefasto y muy mexicano pretexto de: “no se puede”. Por otro lado, el campus también dispone de una cafetería donde los alumnos pueden desayunar, comer y cenar sanamente; servicio de enfermería; dormitorios; internet gratis en todo el complejo estudiantil; y una credencial con chip que facilita pagar al interior y exterior de la escuela y que además, con ella se pueden obtener descuentos en las tiendas, restaurantes y museos participantes.

Sabemos lo poco que cuesta acostumbrarse a lo bueno y no nos damos cuenta de cómo operan las cosas en nuestro país hasta que topamos con el ejemplo perfecto (y de la perfección) para compararlo y evidenciar los errores. De regreso del Five Week, no tenía ni una semana en mi escuela de música, cuando me vi en la necesidad de visitar la fonoteca; me encontré con un letrero pegado en la puerta, escrito a mano: “Hoy el servicio de la fonoteca lo atenderá la biblioteca”. Me dirigí hacia ésta y me encontré un segundo recado que decía: “regreso en 10 minutos”. Vaya que no es malinchismo, es reconocer lo mucho que falta para que la educación musical dé el justo respeto y nivel (con los respectivos servicios e instalaciones) que los estudiantes de música merecen.

Yo soy Valeria Estefan. Notas hay muchas, dominantes muy pocas.
estefan86@hotmail.com

 

spot_img