Pancho López Ensamble, Abraham Barrera y Linda Briceño acompañada de la Big Band Jazz de México participaron en la segunda jornada de la 3ra Muestra Internacional de Jazz. Aquí la reseña.
Texto: Efraín Alavez
Ya con las cartas sobre la mesa después de haber sido inaugurada la 3ra Muestra Internacioal de jazz, la segunda jornada fue abierta por el ensamble de Pancho López formado por Héctor Espinoza en los teclados, Jesús Sánchez Puebla en el bajo, Fernando Caballero “El cabezón” en la batería, Armando Espinoza “Pinaca”, en las percusiones, Felipe Sanabria en el saxofón y Pancho López en la trompeta.
Este último ha continuado la tradición de su instrumento en nuestro país. Forma parte del “Chapala Power”, es decir, de la dinastía de los “Lopez”. El Sindicato Único de Trabajadores de la Música organizó un homenaje al trompetista Chilo Moran, y para eso, el músico organizó este ensamble el cual ha encontrado permanencia.
“Este ensamble nació el 14 de noviembre del 2011. Nos escuchó Germán Palomares y nos invitó a la radio. Posteriormente participamos en el programa “Los mejores músicos” y ahora tenemos la oportunidad de estar con todos ustedes” indicó el músico previo a interpretar varios temas con sabor a latin jazz, bebop, bossa nova y jazz tradicional.
Continuando con el programa, apareció el pianista Abraham Barrera con su propuesta mexicanista. “Estamos en la búsqueda del sonido contemporáneo de la música mexicana y en un país tan luminosamente musical a veces nuestros representativos no demuestran realmente nuestro potencial. En la búsqueda de este sonido contemporáneo de la música mexicana Abraham Barrera tiene mucho que decir” afirmó Germán Palomares al presentar este proyecto.
Con una sección de violines, trompetas, sumados a un contrabajo, batería y vihuela, Abraham Barrera le da forma a un proyecto formado por música original en donde convergen ritmos musicales de paises latinoamericanos como Perú, Panamá, Venezuela con el folclor y sonido que nos caracteriza. “La vihuela es el alma de la música mexicana y el alma de este proyecto”, aseguró.
Temas inspirados y compuestos a la familia Santiago, con gran historia en la música bernácula, a la ciudad de Pachuca y su amplio mozaico cultural, social, gastronómico y geográfico, a José Vasconcelos, personaje de la educación y cultura de la época pos revolucionaria y al pintor, ilustrador y caricaturista José Guadalupe Posada fueron encarnados por “The Santiago”, “Aires de Pachuca”, “La tormenta” y “Suite de la Catrina” respectivamente.
Para cerrar la 3ra Muestra Internacional de Jazz, la trompetista, directora de orquesta, pianista y cantante venezolana Linda Briceño se hizo acompañar de la Big Band Jazz de México para hacer un pequeño viaje de lo que fueron las Grandes Bandas y de lo que ahora son.
“Palabra de mujer, cuando una mujer dice algo, siente, deja, vive, sueña. Dice y empuñando su espada de flores desarma a su enemigo. Cuando una mujer dice algo toda la música la acompaña como a una novia entregar su misterio. Sus labios pueden cargar el mundo, cobijarlo, arrullarlo, convertirlo en almibar para el ansia del hombre. Cuando una mujer dice algo se dice toda, se vuelve toda palabra y permanece” recitó la poetiza colombiana Andrea Tierra para dar pie al concierto.
Linda Briceño dirigió a la Big Band Jazz de México en algunos temas como en “April in Paris” “Bones for Basie” ó “First Circle”. Interpretó como solista en la trompeta el tema “Always and Forever” de Pat Metheny, no sin antes agradecer a Ernesto Ramos por el apoyo recibido previo y durante su estadía en México:
“Este repertorio es bastante complicado para montarlo en poco tiempo. Quisiera agradecer la persona que dirigió el siguiente tema que voy a tocar como solista y que se encargo de ensayarlo y hacer el trabajo duro que yo pulí cuando llegué la semana pasada a la Ciudad de México. Agradezco a Ernesto Ramos por su apoyo”.
Posteriormente tomó el micrófono para cantar “My Funny Valentine”, continuó con el tema “Begin” de Pierre Bertrand, fundador de la Paris Big Band Jazz, con el cual ha tenido la oportunidad de tocar y dedicó la última pieza que cantó y tocó en el piano a Dios “fue la persona que me dio la vida, la que permitió que hoy aquí esté en pie. Este es un regalo para él”.
(Contratiempo Jazz, 2012)