Esta es la entrevista realizada por Contratiempo Jazz al músico mexicano Víctor Ruiz Pazos (publicada originalmente en la edición de septiembre de la revista music:life) en relación al lanzamiento de su nuevo álbum.
Texto Efraín Alavez
Escrito retomado de la revista music:life
Los primeros senderos musicales recorridos por el bajista Víctor Ruiz Pazos, nacido en el puerto de Veracruz y radicado en la Ciudad de México desde 1950, fueron con la orquesta de Larry Sonn para posteriormente tocar en algunos programas de la XEW e iniciar así un largo camino de grabaciones con importantes proyectos musicales, incluidos los realizados con los músicos de jazz Chilo Morán, Mario Patrón, Héctor Hallal “el Árabe”, Chucho Zarzosa, Tino Contreras, entre otros. Actualmente el maestro presenta su álbum Víctor Ruiz Pazos, primer disco que edita bajo su nombre con su música y rodeado de grandes amigos.
“A mis abuelos” es el tema que abre esta producción. ¿Podría decirnos por qué tiene un significado particular?
“A mis abuelos en un vals jazzeado. Mi abuelo materno Agustín Gregorio Pazos para mi fue algo fuera de lo común, tocaba el contrabajo, chelo, violín, trombón de pistones, guitarra, piano y componía danzones. Me enseñó el solfeo y después me dio clases de violín. Inicié tocando el contrabajo como una circunstancia necesaria para suplirlo en un sexteto de cuerdas que tocaba los domingos en el Hotel Mocambo de Veracruz. A su vez, mi abuelo paterno Jesús Ruiz y Campa también fue músico, tocaba clarinete. Era de Cosamaloapan, Veracruz y fue el director de la banda municipal. Agradezco a Dios que me haya dado la facilidad para la música pero también me quedo pensando en la situación genética. Músicos por parte de una y otra familia. Definitivamente ya venía con el virus de la música en mi cuerpo”.
En este material colaboran 20 de sus más grandes amigos ¿Quiénes aparecen y que aportó cada uno de ellos?
“Me dieron en el estudio del Sindicato la oportunidad de grabar este disco e invité a los músicos para que colaboraran en él lo cual aceptaron de inmediato y de una manera desinteresada. En el tema Kohoutek de Jako, por ejemplo, Jako González interpretó las partes que había escrito para oboe y fagot con su ewi imprimiéndole su sello característico y en el resto del tema utilizó su sax alto. Es por ello que al tema lo titulé de dicha manera. En los pianos y teclados participaron Mario Patrón Jr, Víctor Patrón, Carlos Gallegos, Enrique Nery, Joao Henrique y Héctor Espinoza”.
¿Quién más colabora en esta producción?
“En la batería invité a Salvador Merchand, Salvador Agüero, Giovanni Figueroa, Mario García y Fernando Caballero. Los saxofones corrieron a cargo de Diego Maroto, Jako González, Mauricio Tlaxcaltécatl y Alejandro Campos. Las trompetas las interpretó Joe D’Etienne, Israel Blancas y Pancho López. Las percusiones fueron de Leo Muñoz y en el trombón aparece Geovenel del Valle. Con estas colaboraciones me di cuenta que efectivamente son grandes hermanos para mi. Cabe señalar que en este disco no hay solos de bajo. Hay exposiciones en el inicio para dar pie a las líneas melódicas. Decidí crear una base sólida para construir la participación de los instrumentos solistas. Hice funcionar al bajo como tal, no como un instrumento solista”.
En su álbum se incluyen 12 de sus temas musicales, ¿cómo ejerce el ejercicio del arreglo y la composición?
“Los temas que incluye este material los escribí durante varios años. Las cosas que he escrito han sido motivadas por la misma convivencia, por lo que el músico está viviendo en determinada circunstancia interna o externa. Los músicos que podemos expresarlo a través del arte lo podemos manifestar en una línea musical y lo debemos agradecer ya que al expresarlo se libera de tal sentimiento. El arreglo es un vestido de la línea melódica hecho con creatividad para que ésta luzca”.
En alguna entrevista declaró que nunca le ha gustado repetir lo que hizo alguien ya que la música no se trata de eso sino de crear su propio estilo, ¿con que bajos diseñó su sonido para crear la propuesta en este material?
“En esta producción utilicé un bajo de cinco cuerdas Yamaha BX5 que ya no se produce. Asimismo toqué con un contrabajo electrónico que me diseñó hace cuatro años Nestor Amaya discípulo de Carlos Carbajal el cual es el único en el mercado. El sonido de ambos es casi similar y los utilicé en razón de la naturaleza de cada uno de los temas. Como todo en la vida si tienes una profesión y olvidas el estudio olvídate de la profesión también”.
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