En una noche mágica en el club parisino Duc Des Lombards, el saxofonista Pierre Bertrand rindió homenaje a uno de sus maestros: Joe Henderson. Con arreglos de una gran fineza, Bertrand reunió una formación inédita y estelar además de contar con la participación especial del trompetista argentino Diego Urcola.
Desde el primer compás, el talento y la dedicación de Bertrand se hicieron evidentes. Sus interpretaciones de los clásicos como “Black Narcissus” y “Recorda-Me,” fueron un deleite para los oídos más exigentes. Bertrand no solo capturó la esencia del estilo de Henderson sino que también le añadió su toque personal creando una experiencia sonora única.
Acompañando a Bertrand en esta aventura musical estuvo una alineación de músicos de primer nivel. Al piano, el belga Eric Legnini, considerado uno de los mejores pianistas de su país, aportó una riqueza armónica y una sensibilidad excepcionales. Su habilidad para dialogar musicalmente con Bertrand fueron cruciales para el éxito de la noche.
La sección rítmica, compuesta por Thomas Bramerie en el contrabajo y Franck Agulhon en la batería, proporcionó una base sólida y dinámica impulsando la música con una energía contagiosa. Denis Leloup, en el trombón, añadió profundidad y color a los arreglos complementando perfectamente el sonido del grupo.
El momento culminante de la noche fue la aparición del invitado especial, Diego Urcola. Este trompetista argentino conocido por su trabajo junto a Paquito D’Rivera y Avishai Cohen, y que también fue sideman de Joe Henderson en los 90s, demostró por qué es considerado uno de los grandes del jazz contemporáneo. Su interpretación fue poderosa y emotiva creando un diálogo fascinante con el saxofón de Bertrand.
El público del Duc Des Lombards, compuesto por aficionados del jazz y curiosos por igual, quedó encantado con esta celebración de la música de Joe Henderson. Cada solo, cada improvisación, fue recibida con entusiasmo y aplausos calurosos demostrando que el legado de Henderson sigue vivo y vibrante en las manos de músicos tan talentosos como Pierre Bertrand y su banda.
Esa noche en Duc Des Lombards no solo fue un tributo a un gigante del jazz, sino también una demostración de la vitalidad y la creatividad que continúan floreciendo en la escena jazzística contemporánea. Un concierto inolvidable que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.
