Por Diego Salas
Las Mojarras Fritas (2020), el disco homónimo del Las Mojarras Fritas Groove Music, es una álbum de música que esconde un complejo entramado de sentidos y significados culturales más allá del sonido. Para quien lo escucha por primera vez, resulta tentador situarlo en la categoría del jazz fusión con fuerte influencia del funk de transición de la década de los ochenta y principios de los noventa. No obstante, la amplitud de recursos técnicos y estilísticos presentes tanto en las composiciones como en la improvisación nos obligan a pensar esta obra como una expresión musical de las fronteras líquidas, un disco que funciona como pista para intuir los rasgos culturales de nuestro tiempo. No es gratuita aquella consideración. Se trata de un álbum de cocción lenta, con composiciones que fueron escritas 12 años antes de ser grabadas y otras compuestas el mismo año de su ejecución. Por lo tanto, es natural que tanto la madurez y perspectiva hayan variado de una pieza a otra, no obstante, en todas ellas se transversaliza la vocación polinizadora de la multiculturalidad, la adaptación al entorno y el reconocimiento de la diversidad como fuente de riqueza expresiva.
Lideradas por Raúl Perales, Las Mojarras Fritas se formó como uno de los proyectos pioneros de jazz en la emergente escena de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Hijo de madre mexicana y padre estadounidense, Perales forjó su infancia y sus primeras relaciones con la música en medio del impetuoso groove de Oakland, California, cargado de rythm and blues, hip hop, soul, funk y gospel. Sin embargo, una vez alcanzada la adultez se mudó a Chiapas, donde decidió residir de manera permanente y probar suerte en el insospechado devenir que la vida tiene en el sur de México. Dado que no contaba con un título universitario que lo abalara como músico profesional frente a las instituciones, decidió cursar la licenciatura en Música Popular que ofrece la UNICACH en Tuxtla Gutiérrez, donde después terminaría como profesor. Fue ahí donde surgieron Las Mojarras Fritas como un laboratorio de formación y experimentación sobre el lenguaje contemporáneo de la música popular con una firme referencia hacia el jazz y la cultura californiana. Sin embargo, la diversidad expresiva de aquella música alcanzó nuevos horizontes debido al ambiente multicultural en el que fue consolidándose el proyecto. Con Reona Sugimoto, Liliana Ramos, Eray Farrera, Ruly Idar Mayorga y Raúl Raymundo Perales se configuró entonces un abanico territorial que va desde el sur de México hasta Japón pasando por Estados Unidos, y con ello, toda la carga personal de emociones, sensibilidades y afinidades que cada integrante aporta a la ejecución de la música de Perales.
Es importante señalar que si bien, a la luz de dos años de distancia, todos los músicos tienen una intensa actividad profesional en México y otras partes del mundo, este fue un álbum de iniciación. Así que funciona también como un documento de referencia para entender la transformación de los ejecutantes a lo largo del tiempo, el calado de su sonido y la familiaridad con los distintos recursos líricos presentes tanto los pasajes melódicos escritos como en los improvisados. Particularmente, recomiendo contrastar las piezas “Dreams of Congo square” y “Parker Brown” con “Al Norte”, donde tanto las secuencias armónicas como la subdivisiones ternarias y compases compuestos juegan un papel fundamental en la configuración de una base estética cuyos límites transitan los ríos en donde fluye la convicción y la casualidad, la vocación y la pericia sí del jazz de Perales pero también del nuevo jazz chiapaneco.
Actualmente el álbum se encuentra disponible en Bandcamp.
Créditos
Trompeta: Liliana Ramos
Sax Alto: Eray Farrera
Teclas: Ruly Idar Mayorga
Batería: Reona Sugimoto
Bajo Eléctrico, Composiciones y Arreglos: Raúl Raymundo Perales
Grabado en Cuartito Feo Records, Tuxtla Gutierrrez, Chiapas por Mike Herrera
Mezclado por Raúl Raymundo Perales
Masterizado por Luis F. Herrera
