Por Diego Salas
Aldemar Valentín (2020) el disco homónimo del bajista boricua radicado en Xalapa, Veracruz, es tal vez el disco que marca el punto de inflexión de su carrera como compositor, productor y ejecutante. Si bien toda obra es en cierto modo una mirada autonarrativa del autor; son pocas las producciones en las que podemos hablar de propuestas decididamente autobiográficas. Desde luego, la confesión no parece llegar de manera obvia, sino como una declaración de principios discretamente sugerida a través de la música.
En este tenor, debemos reparar en que, si bien las piezas son el resultado de la composición de un bajista donde precisamente el bajo tiene un papel protagónico importante tanto en la confección melódica como en el acompañamiento, en gran medida, la línea de los temas suele reforzarse con el piano de Francisco “Paquito” Cruz. Lo anterior logra reforzar la textura y profundidad de las composiciones, que fiel al estilo de Aldemar, estallan en motivos rítmicos que lo mismo sirven para enfatizar con contundencia una apuesta temática, como de telón de fondo para el desarrollo de solos rítmicamente cargados.
Por otro lado, y a propósito del ritmo, se encuentra el papel que desempeña Alex Lozano, uno de los bateristas jóvenes más destacados de la escena nacional. El joven músico demuestra una intuición formidable para elegir el timbre con el que habrá de articular la orquestación de platillos presente en todas las piezas del disco. Asimismo, el ímpetu rítmico que emana de las subdivisiones que introduce en los ritmos latinoamericanos presentes en los distintos temas contrasta con la visión introspectiva del piano y el timbre melancólico del saxofón de Adal Pérez.
En suma, e insistiendo en que esta obra marca el punto de inflexión del bajista, Aldemar Valentín (2020) deviene en una reflexión sobre su tránsito por el mundo de la música, pero también por el de la vida simple y llana. Donde desconocemos los detalles, pero imaginamos los resultados a través del velo semitransparente de la música: la gratitud de la vida es también melancolía y el potencial expresivo de un artista maduro alcanza su punto más audaz cuando entra en contacto con la voluntad de asombro de la juventud.
Aldemar Valentin – Aldemar Valentín
Adal Pérez – saxofón tenor
Paquito Cruz – piano
Alex Lozano – batería
Aldemar Valentín – bajo eléctrico
Arte por Gerson García Reyes y Daniel Jiménez (Color Digital Portada)
Diseño gráfico por Edgar Berry
Poesía por Julia Piastro
Música por Aldemar Valentín
Producido por Aldemar Valentín
Grabado, mezclado y masterizado por Sergio Reynoso Castañeda
Grabado en Xalapa,Veracruz, México (19/07/2020)
©Copyright-Aldemar Valentin (BMI)