domingo, septiembre 29, 2024

Crónica Monterey Jazz Festival (2016)

Otros artículos

 

Crónica del Monterey Jazz Festival 2016.

Por José Fernández Campos (enviado) 
23 de septiembre de 2016

En esta ocasión la aventura inició con una visita previa al salón de la fama del Rock en Cleveland. Se ha dicho mucho de esta institución y ciertamente tiene muchos detalles… grandes que faltan y otros que no tengo idea que hacen ahí, pero haciendo eso a un lado, la verdad es que hay miles de cosas interesantes que ver, memorabilia que emociona y si, mucha referencia a jazz. 

De ahí directo a Monterey.  Como siempre, el gran problema con este festival es que muchas cosas que uno quiere ver coinciden en los mismos horarios, y esta vez no fue la excepción.  El viernes en el escenario principal abrió la enorme Cécile McLorin-Salvant; sin embargo, en el escenario del Dizzy’s Den teníamos a Still Dreaming, el homenaje a la música de Old and New Dreams de Dewey Redman con el propio Joshua Redman, Ron Miles, Scott Coley y Brian Blade; enorme supergrupo que nos llevó a alturas insospechadas con tanto talento reunido.

De ahí regresar corriendo al escenario principal, para ver a Richard Bona y Mandekan Cubano, con el tremendo Osmany Paredes al piano.  Mucho gusto ver a este gran pianista en el escenario principal.  La música verdaderamente interesante, Bona ha sabido asimilar la influencia cubana y la presenta con toda la autoridad requerida.

La noche la cerraba en el escenario principal un homenaje a Quincy Jones, incluyendo, entre otros, a Christian McBride; y que bien que decidan hacer estos homenajes en vida!  Sin embargo, cuando nuestros muchachos se presentan en Monterey, uno tiene que estar ahí…  Mucho orgullo sentí de ver que el Night Club se empezaba a abarrotar y a menear con los sonidos de Troker.  Me da mucho gusto decir que estos muchachos arrasaron!  El público les respondió de maravilla y pues como no, con la mezcla de sonidos que les conocemos y amamos!

El segundo día, por la tarde, los viejos conocidos regresaron.   En su segunda aparición en el escenario principal, Davina & the Vagabonds trajeron su estilo Nueva Orleans, lleno de blues y una vez más se llevaron al público en la bolsa.  Davina tiene una personalidad increíble en el escenario y la banda es sólida como pócas. Este grupo va a llegar lejos!!

Después, una buena sorpresa, Corey Henry and the Funk Apostles, presentando música de su más reciente CD The Revival.  Buen blues y buen funk aunque de presencia un tanto fría con el público. De todos modos la música fue una maravilla, justa para el calor que estaba haciendo en la tarde de sábado

Cerró la tarde el tributo a Ray Charles con Maceo Parker.  ¡qué buena imitación! La voz, los gestos, la articulación del show era ver al propio hermano Ray.  Poco saxofón, eso si, uno o dos temas y eso francamente me dejó esperando algo más.  Sin embargo, todos los grooves, toda la presentación fue maravillosa.  Presentación además de las propias Raelettes, el coro que acompañó a Ray durante muchos años!  Me hubiera gustado ver algo del material de Maceo pero supongo que será en otra ocasión.

Y pues, después de una mañana muy sabrosa, la noche prometía cosas muuuuy interesantes:

Abrió la noche un trio más uno que ya había tenido la oportunidad de ver hace un año en Montreal, pero que, además de ser favoritos (los dos componentes), y siempre hay que verlos, me parecía muy interesante escuchar esto ya con un año de madurez.  Me refiero a The Bad Plus con Joshua Redman.  Presentando el material de su CD The Bad Plus Joshua Redman y otras composiciones de los cuatro músicos, se nota la cohesión que da un año a este calibre de músicos.  Siempre mostrando además su sentido del humor, lo cual contrasta de repente con la intensidad de ciertas piezas. Personalmente, uno de los puntos más altos del festival para mi.

Acto seguido, Terri Lyne- Carrington presentando su proyecto Mosaic.  Una ejecución perfecta por supuesto, pero un poco plana a mi gusto, con un pulso menos dinámico que con The Bad Plus.  Presentando música de sus dos discos con este proyecto, fue justo para la noche.  Cabe mencionar que Terri Lyne fue la músico en residencia del festival en este año, es decir, que trabaja con los jóvenes de la orquesta del festival para presentar el concierto del domingo en la mañana.

Otro punto muy alto del festival vino con el cierre del sábado en la noche:  Branford Marsalis y su cuarteto, con Kurt Elling en las voces.  Presentando principalmente música de su reciente colaboración, the Upward Spiral, la combinación de estos dos gigantes fue muy acertada, dando nueva vida a estándares y creando piezas maravillosas en donde ambas fuerzas destacaron.

Algunos “problemas” para la noche del sábado, representó que simultáneamente a los conciertos antes mencionados, en otros escenarios del festival, se presentó John Patitucci con su guitar quartet y el cuarteto de Billy Hart, entre muchos otros… siempre las decisiones!!!!

Para el domingo a medio día, se presentaron en la arena, dos artistas que traía muy anticipado ver y que presentaron sets muy buenos bajo el fuerte sol de  California

Kamasi Washigton recetó su jazz ácido, con una vena de Sun Ra por ahí.  Sin embargo, no sé si fue que el set fue corto y concentrado en su más reciente CD The Epic, pero a pesar de que fue un buen concierto, en realidad no me quedó claro por que se le hace tanto ruido hoy día como un gran innovador.  Insisto, no me pareció nada malo, al contrario, pero no encontré las ideas revolucionarias que tanto se le atribuyen.

Por el contrario, Gregory Porter  entregó un set muy cargado al soul, sin ánimos necesariamente de innovación, pero si de pasarla muy a gusto. El concierto consistió más que nada en temas de su más reciente producción,”Take me to the Alley” y su voz en realidad es muy cálida y las interpretaciones son simplemente sublimes.  Música adecuada para el inicio de una tarde calurosa.

La noche del domingo tuvo cosas simplemente espectaculares.  Presentando la pieza comisionada por el festival, The Unfolding, Wayne Shorter hizo un homenaje a la historia del Festival que en las hábiles manos del cuarteto, con Danilo Perez, John Patitucci y Brian Blade, llevó la composición a alturas insospechadas.

El segundo movimiento para la noche del festival fue glorioso… el nuevo cuarteto de Pat Metheny, con Linda Oh, Antonio Sánchez y  Gwylim Simcock. Temas conocidos y temas nuevos.  Esta alineación va a dar mucho de que hablar.  Da una dinámica diferente a lo que fue la Unity Band con un swing particular.  Fue sin duda una manera increíble de cerrar el festival.

El cierre de la noche me dejó con un sabor raro. Jacob Collier, un muchacho inglés prodigio, que hábilmente canta, toca la guitarra, bajo, teclados, batería y los mezcla en vivo en el escenario, junto con loops y más efectos para crear piezas bastante interesantes… sin embargo…  personalmente me parece que si desde el punto de vista dela composición es brillante, desde el punto de vista de la ejecución ¿dónde queda la interacción con otros músicos?  La música es un acto social eminentemente, entonces poder presentarlas piezas solo con un entramado de pistas y loops, personalmente me preocupa pues puede robarle interés a la ejecución colectiva donde hay interacción, errores (claro), felices accidentes, descubrimientos, etc.   En fin, veremos a donde nos lleva el futuro.

Y el año que entra, la edición número 60, qué sorpresas nos traerá?

 Antonio Sánchez y Linda Oh

 

Brian Blade 

 

Richard Bona 

 

Brandford Marsalis y Kurt Elling

 

Cory Henry 

 

Cory Henry  

 

 Dave King

 

Davina

 

Davina 

 

Gregory Porter 

 

Jacob Collier 

 

Joshua Redman 

 

Kamasi Washington 

 

Maceo Parker 

 

Mandekan Cubano 

 

The Bad Plus Joshua Redman 

 

Troker 

 

Troker 

 

Troker 

 

Wayne Shorter 

 

Wayne Shorter

 

{fcomment}

spot_img