Concluye el ciclo de este espacio abierto a la cultura desde 2007.
“Era una experiencia para el músico pero también para el espectador. Esa cercanía de romper el escenario, esa situación que genera un espectáculo en vivo que no lo produce una grabación”. Edgardo Aguilar.
Por Efraín Alavez
Ciudad de México (13 de agosto de 2014). Propuestas de música, teatro, cine, arte sonoro, performance, presentaciones de libros y conferencias de prensa fueron parte de las actividades que se desarrollaron en el Foro 81 de 2007 a 2015 ubicado en la calle Ajusco #81 de la colonia Portales sur del Distrito Federal.
En entrevista para Contratiempo Jazz, Edgardo Aguilar, copropietario del Foro 81 comentó que este cierre obedece a una cuestión existencial. “Concluye para cerrar un ciclo y poder generar nuevas cosas. La analogía que hago es en el sentido de sembrar una planta especial en una maceta. Crece y se desarrolla pero llega un momento en el que esa maceta va a evitar que se expanda. Entonces tienes que transplantarla. Eso es lo que sucede con el 81”.
La necesidad de abrir el Foro 81, continuó Aguilar, “obedeció exclusivamente a una cuestión de generar un espacio para la experimentación de las artes en general. Nunca fue planteado como un negocio. Fue subsidiado siempre por El Convite que mantuvo este capricho de la familia Aguilar. Cuando se abrió había pocos espacios donde realmente pudieras ir a escuchar cosas que no tuvieran ciertos tipos de concesiones. Buscamos tener verdaderas propuestas. Que no vinieran a replicar lo que ya habíamos tenido durante los últimos 40 años”.
El Foro 81 era un laboratorio que no se preocupaba por una cuestión de viabilidad económica. “Simplemente se veía qué proyectos había y se les invitaba, independientemente que nos gustaran o no. Es necesario apoyar la creación más que cualquier otra cosa. Después de ocho años creo que estamos en un momento muy particular en el que cambiaron las circunstancias. Los músicos ya ni siquiera necesitan de un espacio como tal para experimentar, abren sus casas y hacen una sesión con invitados. Estuvo interesante ver cómo se hacen réplicas de esto en otros sentidos, quizá con un sentido económico, porque ahora se puede plantear eso”.
Siempre que se cierran se abren nuevas oportunidades. “Vamos a generar otros proyectos tomando toda la experiencia que tuvimos durante estos ocho años. Además, desde el primer día se dedicó a documentar el día a día de lo que sucedió ahí tanto a nivel de audio como a nivel visual para generar un archivo de consulta”.
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