Luis Jesús Galindo CÔceres escribe del Ôlbum 65 55 41 NE de Ian Medina.
Luis Jesús Galindo CÔceres
Domingo 11 de octubre de 2015
Autor e IntƩrprete. Ian Medina
Nombre del disco. 65 55 41 NE
Duración del disco. 23 minutos
Cinco segmentos. Still (5:36), Pink (4:01), Stop (4:13), Cycle 1 (4:22), WL (4:28).
Composición.  Ian Medina
Grabación, Ian Medina
Mezcla y Masterización. Alain Paul Mastering Studio
Portada. Federico SƔnchez
La mĆŗsica electrónica toma forma en la soledad, el mĆŗsico arquitecto del sonido se enfrenta a sĆ mismo con los recursos que sintetizan su expresión. Se requiere un temperamento especial para cultivar este oficio de aislamiento y paciencia. La vida contemporĆ”nea parece tener ecologĆas que promueven estos temperamentos, Ian Medina es un mĆŗsico que gusta de la soledad de su oficio, sintetizar sonidos. En forma complementaria necesita de la amistad y la compaƱĆa. En esta dualidad se ha ido formando su proyecto y su status de vida, Alemania y MĆ©xico, el nicho de la soledad creativa y la raĆz del compaƱerismo cĆ”lido y abrazador. El diseƱo de una vida es borroso e imprevisible, pero en ocasiones parece dibujar siluetas de coincidencias luminosas, esa parece ser la circunstancia de la juventud de Ian Medina. Y de todo ello emerge un mĆŗsico-ingeniero de sonido, un ingeniero de sonido-mĆŗsico, todos los que lo conocemos nos asombramos de su temple y calidad humana, al tiempo que nos conmovemos de su pasión y su intención gozosa.Ā
La mĆŗsica llega temprano a su vida, para salir casi de inmediato, formaba parte del coro de la escuela en la primaria, con mucho entusiasmo, pero lo expulsan cuando le cambia la voz. La mĆŗsica regresa hasta los trece aƱos cuando su padre le regala una guitarra elĆ©ctrica. La banda de rock Nirvana es su inspiración, su estimulo, su tanque de oxĆgeno. Aquellos tiempos fueron de subidas y bajadas explorando al instrumento. El siguiente nivel fue una invitación a un grupo punk, Micosis. AhĆ tocó por unos meses el bajo. En ese tiempo de atención musical la mĆŗsica electrónica fue tomando el centro. En el 2005 un concierto de rock cambia su vida, Nine Inch Nails en el Palacio de los Deportes, tres horas de un viaje hacia otra dimensión. Los sintetizadores aparecen para quedarse en su intención. Compra su primer software de mĆŗsica y su carrera musical inicia en una segunda fase hasta la fecha. De pronto quiere todo, tambiĆ©n cantar, y se mete a estudiar canto de ópera. Estudia ópera de los quince a los dieciocho con Carlos López, con el cual despuĆ©s toma clases de piano. Forma una banda con NicolĆ”s Guerrero, White Visitations, el tecno es su voz. Decide estudiar Ingeniero en Audio, para continuar la exploración del sonido mĆ”s allĆ” de la mĆŗsica. Combina la ingenierĆa con el jazz, el piano en particular. Su maestro de ensamble es Miguel AlcĆ©rreka, que lo invita a formar una banda que se convierte en culto, No soy. Conoce a dos maestros de la UNAM que trabajaban con mĆŗsica y matemĆ”ticas, y que exploran la programación, IvĆ”n Paz y RubĆ©n GonzĆ”lez. Con ellos abre un taller de experimentación sonora, que se reĆŗne los jueves de ocho a doce de la noche. AhĆ conoce a Federico SĆ”nchez.
Al terminar la universidad viaja a Europa para conocer BerlĆn, y de nuevo su vida cambia, BerlĆn y la mĆŗsica electrónica convergen para metabolizar su vocación y su destino. AllĆ” descubre y explora el medio, sus sentidos se agudizan y siguen tomando forma. Unos meses bastan para asumir que ese es su lugar para desarrollar lo que se estĆ” germinando. Encuentra tambiĆ©n a una mujer, que un tiempo despuĆ©s serĆ” su esposa. Regresa a MĆ©xico, los dos aƱos siguientes mezcla y produce el disco de No soy y el primero de Federico SĆ”nchez, su trabajo de ingeniero toma forma a la par de su proyecto como mĆŗsico tecno. El regreso a BerlĆn es inminente, al tiempo que la maduración de la vocación y el oficio continĆŗan.
A partir de BerlĆn la vida intelectual y profesional de Ian Medina se transforma. Por una parte desarrolla su oficio como ingeniero de sonido para otros proyectos. Pero tambiĆ©n emprende el proyecto de sintetizar su propia mĆŗsica. Incluso la sube en forma casi clandestina a internet jugando al anonimato que se hace pĆŗblico. El regreso a BerlĆn en esta dĆ©cada marca la mĆ”s reciente fase de la historia de este joven y brillante mĆŗsico-ingeniero. El cambio y el compromiso con la nueva forma de vida tiene sus tiempos, la mĆŗsica tarda un poco en llegar, pero llega, y en marejada, y el resultado es el disco que aquĆ presentamos. Alemania le sienta bien, con poco trabajo remunerado puede vivir bien, y tener mucho tiempo para el ensimismamiento creativo. AdemĆ”s de la vivencia de forma de vida que permite disfrutar y participar de la vida musical de la capital mundial de la mĆŗsica electrónica, rolar, disfrutar, aprender.Ā
De un primer apunte en una libreta que llegó a tener alrededor de cuatrocientos, el disco surge y se plasma en forma ininterrumpida. Una idea, un desarrollo, un producto. Todo inicia con un sonido que cautiva, el imaginario lo mueve hacia un ensamble completo, aunque es trabajo de un solo mĆŗsico. El horizonte soƱado es un grupo, un colectivo de Ć”nimos y sensibilidades, como lo que le sucede en MĆ©xico con Federico SĆ”nchez a la guitarra y Pablo Aguirre a la baterĆa, su trĆo mexicano. El proyecto en Alemania no tiene algo similar, el EP de su debut es un producto en solitario con el grupo colectivo implicado. Otro juego constructivo es el de la gramĆ”tica musical y la estructura de las secciones y progresiones armónicas. Para Ian el sonido tiene su propia vida mĆ”s allĆ” de las pautas normativas musicales, de ahĆ que sea complicado tocar con otros, que serĆan sorprendidos una y otra vez con las rupturas y los saltos, o con las repeticiones y las interrupciones imprevisibles. Sólo mĆŗsicos de jazz y compaƱeros Ćntimos pueden integrarse a tal desperfecto armonioso con Ć©xito. El mĆŗsico-ingeniero puede ser demasiado para las formas ortodoxas y los mĆŗsicos ortodoxos que las interpretan.
Una canción de Ian Medina tiene entre cuarenta y cinco y sesenta tracks, elementos de configuración musical. El oficio bĆ”sico se construye en el estudio, el taller, la casa, la mesa de trabajo. Y luego sigue el esfuerzo distinto de tocar en vivo todo aquello que la imaginación y la memoria electrónica tiene en potencia y desarrollo constructivo. El ingeniero le permite al mĆŗsico percibir un espacio de posibilidades mucho mayor en la construcción de una expresión en sonido. Ambos se alimentan, pero es indudable que la capacidad tĆ©cnica de imaginar el sonido mĆ”s allĆ” del instrumento, permite el ingeniero-mĆŗsico explorar, sintetizar, crear, lo que un mĆŗsico comĆŗn no podrĆa siquiera concebir. Ā
El proyecto original del disco tenĆa el formato de un EP de tres rolas, que luego aumento a cuatro y luego a cinco. Pudo haber mĆ”s, pero la figura del EP quedó como referente y la rola Stop como marca de que no deberĆa ir a mĆ”s allĆ”. Cycle1 estĆ” construida sobre un sampler que ha acompaƱado la mĆŗsica del Ian desde el principio de sus exploraciones, un leiv motiv musical que merecĆa una rola, un pequeƱo movimiento musical que ha inspirado muchos juegos y arreglos profesionales. WL es una canción de amor con dedicatoria. Pink es una rola alegre que evoca tonos rosados. Still es un homenaje a lo permanente, a la quietud, al movimiento tranquilo y estable. El tĆtulo del disco son las coordenadas del lugar en donde estĆ” sentado haciendo su mĆŗsica. Un producto compacto que sólo se explaya en la improvisación en vivo, menos de veinticinco minutos totales.Ā
El jazz es el referente primario del proyecto, su sangre intencional. Su primera matriz musical emocional fue el rock, como cualquier otro miembro de su generación, cuando conoce el jazz ya dentro de su formación universitaria, el efecto tambiĆ©n es matricial, con componentes de oficio y capacitación tĆ©cnica. Hoy, el trabajo de Ian Medina podrĆa considerase como parte de uno de los desarrollos contemporĆ”neos de la mĆŗsica jazz mexicana y universal. Todo ello tomando forma en una tercera matriz que compone un hĆbrido con las otras dos, el tecno. La cuarta matriz serĆa la plĆ”stica. El ingeniero tiene una inclinación visual que complementa lo musical. En forma directa la mĆŗsica de John Furchante, de Brad Meldhau, es importante y constante en su vida diaria. Otros mĆŗsicos del gĆ©nero tecno tambiĆ©n lo acompaƱan, la aspiración de alguna vez componer y tocar sólo para divertir, para bailar. Reconocer el trabajo del DJ del pub de su barrio alemĆ”n es clave, ahĆ sólo se trata de sentarse, relajarse y escuchar, y entonces pasa algo que es entraƱable, el placer de la mĆŗsica como entorno suave de intensidad acariciadora.
Cuando Ian regresa a Alemania hace dos aƱos lleva como objetivo hace un disco. Al principio forzar la producción de un gran proyecto no funciona, el tiempo sedimenta las condiciones, la composición aparece de pronto y se desarrolla hasta terminar en una sola respiración, momento en que las ideas y las habilidades estĆ”n en armonĆa. El punto clave es lo simple frente a lo complicado, lo sencillo frente a lo complejo. La decisión de trabajar lo mĆ”ximo con poco permite lo que trabajar con mucho no posibilitó. El trabajo de grabación y masterización van de la mano del oficio del ingeniero- mĆŗsico, reduciendo cincuenta canales a ocho, entre otros recursos. Alain Paul es el encargado de hacer la masterización, en su propio estudio. La portada es de Federico SĆ”nchez. El proyecto se puede definir como la puesta en forma de todo lo que ha pasado, el cierre de un largo ciclo vital de formación, cuando algo ya tiene por fin pies y cabeza, y el mĆŗsico se ve a sĆ mismo y reconoce algo mĆ”s que sólo un intento, un ensayo, una prueba. Y viene lo que sigue, que este disco es sobre todo el principio de mucho mĆ”s.Ā
Contacto.-
https://www.facebook.com/ian.medina.0?fref=ts
Para escuchar y bajar el disco.-
http://ianmedina.bandcamp.com/album/65-55-41-neĀ
https://soundcloud.com/ian-medina-1
Para escuchar algo de la mĆŗsica de Ian Medina.-
https://soundcloud.com/ian-medina-1
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