domingo, noviembre 24, 2024

Reseña: Perisonia de Tom Kessler Trío

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Luis Jesús Galindo Cáceres escribe del álbum Perisonia de Tom Kessler Trío

Luis Jesús Galindo Cáceres
Domingo 8 de noviembre de 2015

Autor e Intérprete. Tom Kessler Trío
Nombre del disco. Perisonia
Duración del disco.  43 minutos
Siete segmentos. Tetrahedron (5:41), Churubrusco (4:46), Abu Talib (8:16), Tema de Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos (4:08), Hopari/Serpentina (9:56), Perisonia (4:32), Latuvi (6:39).
Composición.  Tom Kessler, menos Abu Talib de Vico Díaz, y Churubrusco de Tom Kessler, Vico Díaz y Enrique Nativitas.
Grabación. Zona de Intolerancia, noviembre de 2013, enero del 2014.
Ingeniero de grabación. Roy Cañedo
Mezcla y Masterización. Gerry Rosado
Arte. Carlos Torres
Diseño. Julián Name

       La infancia es destino, Ciudad de Guadalajara. La curiosidad por la presencia de una guitarra en la casa materna, había sido del abuelo, músico aficionado, era un objeto casi sagrado, el pequeño Tom Kessler jugaba con él asimilando más allá de lo evidente la personalidad musical de la familia y la afinidad por un instrumento que sería con el tiempo parte de su propia identidad. El destino toma forma al finalizar la primaria, un amigo que tocaba la batería lo motiva para aprender a tocar la guitarra, con el eco de un entorno favorable en la familia paterna. La guitarra eléctrica aparece en un halo mágico, una comida en casa de una amiga de la primaria, fue fascinante escuchar el sonido saliendo de un amplificador. Es objeto del deseo define su vocación. Un acuerdo familiar lo trae a su vida. Y el rock toma forma en sus manos, eran tiempo de escuchar a Nirvana y sacar las rolas. La familia se muda a Texas, a la ciudad de McAllen, la vida sigue. Encuentra en Roy Treviño a su primer maestro, un blusero dueño de la única tienda de música de guitarra en la localidad. Tres años de blues, la primera banda, las primeras tocadas, el oficio se tensa y aspira a más. Al mismo tiempo toca el contrabajo en una orquesta en la secundaria, aprende a leer música. Un año en Florida, el oficio sigue creciendo y se afina. Viaja a Nueva York a probar fortuna y busca estudiar música, no lo logra después de un tiempo de malos empleos y poco espacio para estudiar. Regresa a Guadalajara a finales de los noventa.

      El joven Kessler sólo busca alimentarse de música. La fachada de Piedra y el bar Calavera, conocer y aprender. Carlos de la Torre le abre el mundo de los jazziztas. Este ciclo ya es el de un joven músico. Forma su primera banda adulta, Pitecántropos Erectos, con Diego Escobar y Roberto Carlos. Se conecta a fondo con el medio, Willy Zavala, Juan Carlos Lorenzana, Fer Vidal, Óscar Ornelas, todos mayores que él. Toca en trío con Beto López y el Pichón en el Crown Plaza, toda la semana, tres sets diarios, el oficio está consolidado en una primera fase de vida profesional. Dos intensos años de disciplina musical en Guadalajara. Su vida toma rumbo al conocer a un saxofonista alemán, Achim Derzenbach, él lo pone en contacto con lo que sería su nicho en los siguientes años, la Universidad de North Texas, la escuela de música en donde estudiaría su licenciatura, buenas condiciones para estudiar, vivir, escuchar música.

     Estudia por varios años en Texas a partir del 2003. Entra en su vida la música electroacústica, configuración que marca ya a varias generaciones. Vive de tocar los fines de semana en templos religiosos. Regresa a Guadalajara buscando algo que sentía había dejado cinco años antes. Forma una banda llamada Muty. Después de un año la búsqueda sigue en la Ciudad de México. Agustín Bernal lo apadrina a su llegada, y lo que sigue es conocer el medio, conectarse, sobrevivir, y desarrollar su propuesta musical. El músico está en efervescencia. Tocar y crecer, crecer y tocar. Forma el trío que acompaña su proyecto personal, con Giovanni Figueroa y Vico Díaz. El medio lo estimula, toca también con Marco Rentería y Tavo Nandayapa. Conoce a Blair Latham y a Brian Allen. Dos proyectos toman forman, Fogumi, en trío (2009), y Lídinum, en octeto (2011), proyecto realizado con la beca para jóvenes creadores del FONCA. Tom Kessler toca el umbral superior de sus capacidades en ese momento. Son años de intensa búsqueda, de composición, de realización. Hasta llegar a Perisonia, también en trío, con Vico Díaz y Enrique Nativitas, en el 2015, con un proceso de producción que inicia en el 2013. En tanto Tom toca con mucha gente, explora, desde el dueto Dedos Van Lom, con Pablo Aguirre, hasta orquestación para ensambles grandes del octeto de Lídinum. Un nuevo ciclo inicia hace dos o tres años cuando se muda a vivir en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

       En ocasiones un músico decide poner en forma su proyecto bajo ciertos parámetros, algo muy consciente, hasta donde eso es posible. En todas las demás situaciones la música sucede, se ajusta, se mueve bajo las circunstancias que la vida musical ofrece. En forma agraciada el trío llegó a Tom Kessler en un momento precoz, la adolescencia, y desde entonces lo ha acompañado a través de toda su vida músical. Perisonia en este sentido es una consecuencia natural de ese movimiento. Los primeros modelos son los tríos de Steve Ray Vaughan y Jimmy Hendrix, que siempre están presentes en su pensamiento e inspiración. El trío de Jim Hall se convierte con el tiempo en el modelo de referencia de trío de jazz. El proyecto de Harlem Jazz (2003) con el Tapatrío es la primera puesta en forma propiamente tal, pero será hasta Fogumi (2010) que logra concentrar y explorar conceptos, texturas, formas, gracias a la formación de cinco años de estudio escolar. La impronta la tendencia a métricas ternarias, aprovechando el poder, la experiencia y la intuición de Giovanni Figueroa. En el proyecto de Perisonia la presencia del baterista vuelve a ser clave, Enrique Nativitas. La exploración armónica es sustantiva, desde la música clásica, la música folklórica latinoamericana, el rock, el blues. En Perisonia hay un alejamiento del swing tradicional del jazz, y por otra parte una reinvención en la exploración rítmica. Aparece un modelo más de trío de jazz con guitarra, Kurt Rosenwinkel. Hay un punto en el tejido de la imaginación musical de un compositor en donde coexisten muchas presencias difíciles de discernir, mezcladas, fusionadas, convergentes.

       De Fogumi a Perisonia hay una evolución en la estructura y desarrollo de las rolas. En Perisonia las canciones están más abiertas, la improvisación es más frecuente, una exigencia constructiva, el jazz es un componente, pero no el sustantivo, el espacio creativo se mueve más hacia la experimentación sonora. Perisonia es la continuación de un proyecto y la iniciación de otro. Por una parte toma rolas del proyecto de Lídinum y su gramática, y por otra nace con la rola Perisonia, que da título al disco. La rola es una síntesis de un proceso creativo que ensaya combinar partes libres y partes estructuradas, yuxtapuestas en la ejecución y en el diseño mismo de la canción, tratando de que la música se retroalimente a sí misma en la interpretación. El proyecto se va armando sobre la guía de la exploración métrica en yuxtaposiciones y el juego con ostinatos armónicos. El jazz sigue ahí, el músico lo vuelve a buscar con recursos constructivos alternos mezclados con los mismos de siempre. La compañía es clave, Vico Díaz en el contrabajo, y dos bateristas, Giovanni Figueroa en Fogumi, y Enrique Nativitas en Perisonia. La voz de un compositor de jazz siempre es coral.  

       El proceso de composición varía de músico a músico, algunos son muy ordenados, planean, se enfocan, se disciplinan, otros no tanto. Todos son organizados de alguna manera, no sería posible componer si no fuera así. El caso de Tom Kessler se aproxima a los desordenados. Las piezas aparecen en notas, algunas regresan del pasado reciento y no tanto. Algunas emergen en un momento y se desarrollan en una sentada. Todos estos escenarios le pertenecen a Tom. Por ejemplo, alguna rola es efecto del impacto de una película, la rola surge en un instante y su escritura se manifiesta en una respiración. Serpentina, dieciséis compases. Otras están asociadas a la espera de los alumnos en Fermata, tiempo relajado y sin la tensión de la expectativa creadora en que las ideas aparecen y se plasman jugando con los segundos antes de una interrupción. Otras rolas nacen de la improvisación grabada que sugiere, que sólo necesita un pequeño ajuste. La emergencia creativa es una presa a veces fácil de cazar, en ocasiones no. Perisonia es producto del ejercicio de la improvisación, la mente en silencio guiada por el oficio y la intención, sin ideas preconcebidas. Ese es su concepto principal, de ahí que la grabación sea una huella de una búsqueda que sólo se realiza en la situación de tocar, el músico de jazz necesita tocar y que la música lo encuentre ocupado entregado a ella, un médium de la ecología y la historia musical.

     Escribir las rolas sobre una ejecución improvisada, ajustar, instrumentar en forma obsesiva. Compartir el resultado con los músicos del trio, y tocar y escuchar. Después de un trabajo puntual y preciso, que viene de la improvisación, de nuevo el flujo, los músicos se apropian, se mueven en el tiempo convivido, y la rola surge de nuevo, fresca, distinta, única. La grabación sólo registra parte del proceso, y esa será siempre su limitación ante la música viva. Nosotros, los escuchas del disco compacto, del registro en internet, agradecemos la generosidad, y revivimos, recreamos con nuestros propios recursos lo que los músicos nos ofrecen, y el ciclo de la vida musical se cumple, el mundo es distinto, todos cambiamos, nos acercamos, la música nos une y une la diversidad que se mueve dentro de cada quien con los demás.

       El proyecto tiene una larga historia para la convención sobre este tipo de propuestas. Inicia en el nublado e indefinido tiempo personal del compositor, luego llega a un primer perfil, los tiempos de grabación se presentan en circunstancias que luego desaparecen. La grabación se divide en dos sesiones, una en el año 2013, otra en el año 2014. Tiene su primera publicación en un EP en el 2015, y luego se modifica agregando dos tracks más unas semanas después, y luego un track más meses adelante. La producción del disco en principio es para Intolerancia, de Gerry Rosado, en su estudio se hace la grabación. Quince rolas entre la sesión de noviembre de 2013 y enero de 2014, tres o cuatros tomas por tema, tres temas por sesión, grabación en sesión de jazz en vivo con todos los músicos. Graba Roy Cañedo. Lo mezcla y lo masteriza Gerry Rosado. El programa de publicación se alarga, y más de un año después sale el EP en el verano del 2015. Un proyecto que estuvo a punto de perderse en el olvido es rescatado y compartido. Su semilla se verá fructificar con mayor fuerza en proyectos subsecuentes. Por ahora de lo perdido, lo que aparezca.

        La portada la hace un pintor que es guitarrista, Carlos Torres, de Guadalajara. La imagen es una intersección en aquella ciudad sobre avenida Washington, un paisaje urbano con una fábrica. También hace la contraportada con una imagen del trío tocado. El arte lo hace Julián Name. El músico tiene cierto acercamiento a otras formas de expresión como la plástica, en la portada, o la literatura, en los títulos de las rolas. Para Tom el asunto aún no toma forma de todo, las imágenes lo inspiran, pero no hay juego explícito con la música. Y en el caso de las palabras en los títulos de las canciones, son más una expresión del inconsciente que de un juego literario con la música. Tom Kessler ya tiene una trayectoria vivida y puntuada con productos. Sigue su camino, ahora esperamos lo que sigue, quizás motivado por su nuevo ciclo asociado a su vida en Chiapas. Siempre viene lo mejor.

 

Contacto y links para escuchar y bajar el disco.-
https://tomkessler.bandcamp.com/

 

Para escuchar algo de la música de Tom Kessler.-https://www.youtube.com/user/tkesslert

Presentación de Perisonia en el Foro del Tejedor, Ciudad de México. 17 de septiembre de 2014

 

Undercooled (Ryūichi Sakamoto) El Convite, 1 de agosto 2012

 

Nanfanión @ Foro 81

 

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