Camila Meza, cantante chilena radicada en Nueva York, prepara maquetas de su siguiente material. La entrevistamos.
Entrevista por Efraín Alavez
La cantante, guitarrista, compositora, arreglista e improvisadora Camila Meza dejó su ciudad natal Santiago de Chile para radicar en Nueva York y enriquecer así su propuesta que oscila entre las mezclas de jazz con influencias latinoamericanas, folk y pop. Con tres álbumes bajo su nombre prepara actualmente material para su siguiente álbum a finales de este año con material original.
Diversos estilos han enriquecido tu visión musical, ¿cómo los has articulado para generar tu propuesta plasmada en tres álbumes bajo tu nombre?
Ha sido un proceso bastante natural, de darme el espacio para escuchar cuáles son los sonidos que impregnan mi cabeza en ese momento en particular. Cuando grabé mi primer disco había recién descubierto toda la historia del jazz que me fascinó inmediatamente. Por ese entonces estaba en un break de escuchar mis primeras influencias más rockeras, tenía mucha curiosidad por saber más y entré de lleno a cantar repertorio de jazz y estudiar el lenguaje. Es así como nació mi primer álbum “Skylark” en 2007. Mientras grababa ese disco ya tenía la idea de ampliar mi repertorio y empezar a jugar con la armonía y estructuras de canciones, lograr un cierto lenguaje personal a través de los arreglos, tanto como en la elección de los temas como en el tratamiento que les daba.
En ese tiempo aún me faltaba seguridad para componer, quizás un poco por auto-exigencia y por estar en constante estudio de grandes composiciones y clásicos. Pero gracias a la motivación de crear y hacer cosas nuevas, nace “Retrato” en 2009, con arreglos de standards, música latinoamericana, pop y rock. “Retrato” y “Prisma” (2013) están un poco relacionados en ese sentido. Son como parte de la misma etapa una en Chile y otra en Nueva York. En ambos álbumes hay un reflejo de mis gustos musicales y de mi propia voz a la hora de interpretar este repertorio. Hoy estoy tocando en vivo bastante material original, y eso es lo que quiero grabar en unos meses más.
Llevas cinco años radicando en Nueva York, ¿en que medida la personalidad y características de esa ciudad han marcado tu música?
Nueva York es fascinante como ciudad. Pienso que lo tiene todo, todo lo bueno y todo lo malo. En este lugar he conocido gente de todas partes del mundo, con influencias y experiencias de vida muy distintas, lo cual ha enriquecido mi propia visión. Se ha creado una comunidad de músicos que están constantemente superándose, haciendo cosas nuevas, estudiando. Ser parte de esta escena me hace estar conectada con mi arte, cuestionarme qué quiero traerle al mundo y en general mejorar como persona.
Cantantes latinas que viven en Nueva York como Magos Herrera o Sofía Rei están concibiendo música viendo hacia la tradición del jazz y hacia sus propias raíces culturales. ¿Compartes esta forma de crear música?
Como cantantes latinas en Nueva York, es un proceso bastante orgánico, producto del idioma y de esa búsqueda de identidad que surge al estar en contacto con tanta diversidad. En mi caso, cuando estaba interpretando standards, surgió en mi la necesidad de usar mi propio idioma con la intención con la cual estaba cantando el repertorio jazzístico; lograr cantar en español con la misma libertad. América Latina tiene una tradición de canciones y ritmos hermosa y vasta; uno podría pasarse la vida sólo investigando los ritmos de una pequeña región… A mi sí me interesa incorporar elementos de mis raíces y estoy curiosa por saber más, pero a la vez me cuesta concebir mi música pensando en una fórmula. Si nace un tema con influencias latinas, bien, si aparece un ritmo distinto, o incluso una canción en inglés, no tengo prejuicio. Demás está decir que me encanta el trabajo de Magos y Sofía, las admiro como artistas!
Estás en proceso de hacer maquetas para tu próximo álbum con material nuevo y original el cual será tu primero de larga duración grabado en Nueva York ¿hacia donde llevarás tu música en esta producción?
Es un momento importante para mi porque siento que mi veta de compositora se está abriendo al mundo finalmente. Y es en este álbum que se plasman muchos aspectos de esta última etapa. Tengo pensado incorporar distintas sonoridades en términos de instrumentación y usar más capas de sonido. Quiero que los temas tengan bastante detalle, usar distintos timbres de teclado, un poco de cuerdas, percusión y electrónica para crear ideas visuales. Habrán temas en inglés y español, puede que alguno en portugués. La idea es que las canciones te lleven en un viaje por las historias y que las improvisaciones hagan lo mismo en su momento. Creo que va a ser un disco interesante, y emocionalmente importante para mi.
Como lo has podido percibir en el Festival JazzUV de Xalapa, Veracruz, México, cada vez más mujeres están estudiando jazz en nuestro país. ¿A qué se debe que cada vez más mujeres se expresan a través del jazz?
Hay varias razones… el jazz se ha convertido en una institución y por lo tanto no es sólo más mujeres, si no más jóvenes en general y en todo el mundo quienes se están dedicando al estudio de esta música. Pero en cuanto a las mujeres en este medio, hay cada vez más porque se han abierto los espacios. Esta música tuvo muy pocos referentes femeninos en el pasado, en su mayoría cantantes. Hoy hay cada vez más mujeres exitosas en este campo y me imagino que eso inspira a otras a querer desarrollarse en él. Creo también que es un fenómeno global, que se traduce en diversas ocupaciones; hace 50 años era imposible pensar tener una presidenta mujer, hoy es el caso de Chile y otros países.
La escena chilena de jazz está liderada por Sebastián Jordán y sus Discos Pendiente. La mexicana recibe a músicos como Gabriel Puentes o Tomás Krumm y la internacional aclama a Melissa Aldana, Claudia Acuña y Camila Meza. ¿Esto refleja la situación del jazz y la cultura en Chile?
En cierto sentido si. Creo que en cualquier parte del mundo es difícil dedicarse al jazz ya que los espacios y la atención mediática es reducida. Todos los músicos que nombras hemos hecho muchos esfuerzos por sacar adelante nuestra música. Pienso también que cada situación particular, sea en Estados Unidos, México o Chile presenta sus desafíos. Para los que viajamos es un claro sacrificio de crear hogar fuera de él, empezar de cero, abrirte un espacio en el medio local, etc. Para los músicos que se desarrollan en Chile es un trabajo mantener viva la escena, encontrar oportunidades para mostrar su música, crear espacios en un medio musical donde no hay mucho interés por la música improvisada. Pero sí veo que en Chile hay cada vez más instancias culturales para el jazz y la música creativa. También me alegra sentir que podemos hacer conexión con México y que las distancias se acorten.
Camila Meza acaba de presentarse con su cuarteto en París y Alemania.Tiene una banda paralela a su cuarteto llamada The Nectar Orchestra junto al bajista israelí Noam Wiesenberg. También es parte de la banda del trombonista Ryan Keberle, (que toca en Maria Schneider Orchestra) que lanzará disco en septiembre. Toca a dúo con el pianista cubano Fabián Almazan, (de la banda de Terence Blanchard) y con su banda de cuerdas.