Tom Kessler imparte el taller ‘Reingeniando la improvisación’. En el siguiente ensayo escrito por el guitarrista mexicano habla alrededor del mismo y recoge el testimonio del baterista Eduardo Álvarez después de haberlo tomado.
Fotografía Daniel Solorio
Texto Tom Kessler:
Mis primeros encuentros formales con el estudio de la improvisación fueron en el en la Universidad del Norte de Texas en las clases del maestro Lynn Seaton. Fue aquí donde primero aprendí que la mejor forma de transmitir el conocimiento musical es vía la tradición oral, específicamente escuchando e imitando. Sin embargo desde que empecé copiando a Freddie King muchos años atrás, ya había empleado esta técnica solo que no lo había concientizado. Casi cualquier maestro de improvisación en la tradición del jazz te dirá que la clave es la transcripción. Yo concuerdo con esto, solo que en mi experiencia, el mundo académico a menudo pone mucho énfasis en escribir la transcripción y muchos de los detalles sónicos como la articulación el timbre y sutilezas del tiempo, no son tan estudiados como deberían.
Al final de mi tiempo en Texas fui interesándome por la improvisación libre y la experimentación sonora. Comencé trabajando con entornos de programación como puredata y max/msp y fue aquí donde obtuve una perspectiva totalmente distinta de la improvisación. La diferencia principal siendo que no había una tradición idiomática como la hay en el jazz. Entonces solo queda jugar con los parámetros del sonido de una forma mas libre. Esta perspectiva nos obliga a tener una mayor conciencia de los parámetros del sonido y la música en general. Conforme fui integrando estas dos perspectivas en mi propio desarrollo como músico también lo fui integrando en mi enseñanza. Fue así como fui construyendo este taller llamado ‘Reingeniando la improvisación’
A partir de que he ido impartiendo el taller en diferentes ciudades de México ha ido evolucionando y alterándolo según las necesidades de cada lugar. Es importante recalcar que para aprender a improvisar en la tradición del jazz (o cualquier tradición musical) es necesario pasar muchos años escuchando esta música, conociéndola a fondo, muy similar a como aprendemos un lenguaje hablado. Sin embargo la improvisación libre y no idiomática se complementa muy bien en cualquier fase del desarrollo de un improvisador idiomático. Al igual que a un principiante le sirve jugar libremente con los parámetros del sonido, puede ser algo muy revelador para un músico formado que tiene la costumbre de siempre tocar en una tradición.
Para mi, ha sido una gran experiencia de aprendizaje el impartir este taller ya que cada alumno trae una perspectiva muy distinta cuando lo pones a improvisar libremente. Siendo que se ponen a un lado las reglas y los elementos técnicos como las escalas acordes ritmos etcétera el rol de maestro/alumno se vuelve más intercambiable y se crea un intercambio de ideas más libre que permite a todos los involucrados nutrirse de ideas.
Una de las ideas fundamentales del taller es abordar la improvisación y la composición como un mismo concepto. Para esto primero se identifican las diferentes dimensiones de la música como la rítmica, el timbre, la armonía, tonalidad por medio de ejemplos musicales y un software customatizado hecho en Pure Data que llamé “súper improvisador” . Luego nos enfocamos improvisaciones libres limitadas por alguno de estos parametros. Por ejemplo: improvisar libremente pero variando la cantidad de repeticion, variando las notas “inside” vs “outside” variando tiempo firme vs rubato. Posteriormente empezamos a combinar estos elementos y aplicarlos en contextos de improvisación o composición comunes como cambios armónicos, vamps, series melódicas, etcétera.
Conozcan más de Tom Kessler a través de su página web www.tomkessler.net y también por su cuenta de Facebook de músico, Tom Kessler.
Mi experiencia con el “Súper improvisador”
Texto Eduardo Álvarez
Para mi formación educativa como músico de jazz me es primordial participar en todos los talleres conferencias y conciertos posibles. Uno de estos talleres fue el de improvisación de Tom Kessler el cual, a diferencia de los demás talleres a los que he asistido, está basado en un software diseñado por el mismo Tom al que ha nombrado “súper improvisador”.
Tomar este taller ha sido de gran utilidad ya que me mostró gran diversidad de parámetros y propiedades del sonido que al aplicarlos al instrumento caí en la cuenta de la infinidad de posibilidades que pasaba por alto y no solo eso también sentí una explosión de creatividad en mi cerebro creando frases al momento, componiendo lógicamente e improvisando como se debe.
Estas consideraciones son aplicables a todos los instrumentos y se imparten de forma práctica ya que se van aplicando en el ensamble sobre standards de diferentes corrientes jazzísticas, además Tom es un gran músico y tiene mucha experiencia en la docencia, por lo que recomiendo ampliamente este taller.
